Síguenos en redes sociales:

Demasiado Barça para un Anaita entregado

los culés fueron muy superiores desde el primer minutoEl espectacular ambiente que envolvió al equipo no fue suficiente para conseguir los dos primeros puntos en casa

Demasiado Barça para un Anaita entregadoIÑAKI PORTO

HELVETIA ANAITASUNA 23 Sánchez (Matías, ps), Reig (2), Montávez (2), Borragán (3), Goñi (1p), Pocholo (5, 3p), Bernatonis (4), Latorre, Maxi Cancio (3), Ragot (1), Paco López (1), Carvajal y Redondo (1).

BARCELONA INTERSPORT 35 Saric (Corrales, ps), Sorhaindo (2), Ugalde (9), Jermenyr, Rocas (6), Viran Morros (1), Igropulo (2), Sarmiento (3), Rutenka (3, 2p), Oneto (2), Nagy (4), Aguirrezabalaga (2) y Entrerríos (1).

Goles 1-2, 1-5, 3-9, 5-12, 8-16 y 11-19 (descanso). 14-21, 16-25, 18-27, 20-29, 22-32 y 23-35 (final).

Árbitro Fernández y Rodríguez. Excluyeron a los locales Borragán, Maxi Cancio y Goñi, y a los visitantes Rocas, Ugalde, Aguirrezabalaga y Oneto.

Incidencias Partido de la segunda jornada de la Liga Asobal celebrado en el Pabellón Anaitasuna ante unos 2.400 espectadores.

-

pamplona. Helvetia Anaitasuna no pudo contentar a su afición en el debut liguero en casa tras ser arrollado por 23 a 35 por el actual campeón de Europa y líder de la categoría, el Barcelona Intersport.

Los de Aitor Etxaburu saltaron al parqué de una Catedral abarrotada como un manojo de nervios, llenos de imprecisones y errores poco habituales en el equipo del barrio de San Juan. Los culés, entregados desde el primer minuto, quisieron acabar con las esperanzas locales de alzarse con la victoria, siendo contundentes y efectivos desde cualquier zona de la cancha, para acabar rompiendo el encuentro en el minuto 20, cuando Ugalde y Rocas a la contra deshicieron el núcleo local. Anaita lo intentó gracias al lanzamiento exterior de Bernatonis, o la efectividad de Pocholo y Borragán, pero la fortaleza física y defensiva de la que hizo gala el Barça con jugadores de la talla como Sorhaindo, Jermenyr o Virán Morros fue suficiente para frenar a una impetuosa pero acelerada primera línea anaitasunista.

Tras el descanso y con el partido decantado para los azulgranas con un 11-19 que reflejaba la superioridad culé, Helvetia Anaitasuna comenzó a perder el respeto a su rival y pudo acortar distancias en el electrónico, hasta que una vez más, Nagy, Agirrezabalaga y un colosal Saric bajo los palos hicieron despertar del sueño a un equipo que vivió, jugó, luchó y murió entregado de principio a fin a la idea única de ofrecer un fabuloso espectáculo que sirvió y sentó precedente para poder ver por primera vez en tres décadas a Anaitasuna en la máxima categoría del balonmano español.

Poco antes de la finalización del partido, Oneto fue quien protagonizó el detalle feo del partido, encarándose con varios componentes de la plantilla local y con parte de la afición tras protestar airadamente una jugada en la que pedía posesión para su equipo. Al final, 23-35 para los de Xavi Pascual, donde el equipo catalán volvió a demostrar su superioridad y supremacía en el balonmano nacional, dejando por detrás (con permiso del Atleti), a un grupo de equipos que deberán buscar otro tipo de motivaciones para afrontar la otra Liga.

Destacar la nutrida presencia entre el graderío de La Catedral, donde se registró cerca de tres cuartas partes de aforo en el debut liguero en casa.