Once metros y un 'pichichi'
roberto torres lidera la tabla de goleadores con ocho tantos, cinco de ellos de penalti
CON permiso de Satrústegui y Marcos Pérez, debutantes con el primer equipo en el Bernabéu, Roberto Torres es el hombre de moda de Osasuna Promesas. El joven centrocampista navarro (7-03-1989) comanda la tabla de pichichis del Grupo 2 de Segunda B con ocho dianas, las mismas que el delantero del Mirandés Pablo Infante. Solo el valencianista Paco Alcácer, con nueve, suma más tantos que Roberto en toda la categoría de bronce del fútbol español: "Es la primera vez que soy pichichi, y me alegra muchísimo. Miro la tabla de goleadores, la remiro y la vuelvo a mirar otra vez. Sé que no me puedo recrear, pero es muy bonito. Aunque al final los delanteros de otros equipos acabarán comandando la clasificación, porque además en el Promesas siempre se suelen repartir los goles. Y es mejor porque si no el día que falta el goleador hay problemas". Torres no duda en reconocer que le ha pillado de sorpresa esta racha: "No me lo esperaba, ni a estas alturas ni al final de temporada. En juveniles siempre he marcado, pero en Segunda B es más complicado. En cuatro temporadas llevaba siete goles, y solo en ésta ya llevo más".
debut prometedor El ahora goleador del filial rojillo comenzó a patear un balón en el Burladés. Más tarde se pasó al Txantrea, y a los 16 años Osasuna le reclutó para el juvenil de Liga Nacional. Después le valió con media temporada en División de Honor para entrenar con el Promesas, equipo en el que debutaría el curso siguiente. En la pretemporada de 2007, con 18 años, Cuco Ziganda le convocó para un amistoso ante el Toulouse. Roberto saltó al campo cuando el partido agonizaba, y necesitó cinco minutos para marcar un golazo de falta desde 25 metros: "No me esperaba ni jugar, y lo que vino después casi no sé explicarlo. Fue demasiado". Era su carta de presentación con los mayores, con los que volvió a aparecer una pretemporada después en otro amistoso ante un conjunto francés, esta vez el Girondins.
En el presente curso Torres también ha marcado un libre directo con el Promesas, especialidad que le gusta: "Se me da bien tirar las faltas y he metido bastantes goles. Pero tenía una espina clavada porque desde que estoy en el Promesas solo he marcado tres. Quería de-mostrar que no se me ha olvidado tirar faltas, y ojalá pueda marcar un par de goles más así".
torres y los penaltis Pero si hay una distancia en la que el habilidoso centrocampista del Promesas se está prodigando, es la de los once metros. Desde el punto de penalti, y como consecuencia del juego ofensivo del equipo, Torres ha marcado hasta cinco goles: "Somos ofensivos y los rivales tienen que pararnos de alguna manera. Los cinco penaltis han sido justos. El año pasado los lanzaba Annunziata, y este Manuel Onwu y yo dijimos que tiraríamos uno cada uno. Lancé el primero, y como entró he seguido hasta ahora. Y espero que la racha continúe".
La estrategia de Roberto a la hora de ejecutar una pena máxima no esconde demasiados misterios: "Normalmente ya tengo pensado dónde voy a lanzar, aunque a veces espero al portero para engañarle. Intento tirar fuerte y a un lado. Si el balón va bien colocado, es difícil que el portero lo atrape".
La suerte del penalti ha permitido a Roberto comandar la tabla de goleadores, aunque el navarro reconoce que le sientan mejor los tantos de jugada: "Los prefiero, porque luego en el vestuario me meten mucha caña diciendo que solo marco de penalti. Es mejor meter después de una jugada para no escuchar a esos petardos. El domingo en Burgos lo hice, me vengué y se lo pude restregar a los compañeros. Y más vale que el martes nos dieron fiesta, porque si no hubieran terminado echándome del vestuario".
capitanía y renovación Torres también estrena esta temporada capitanía: "Te hace sentirte más importante. No es llevar un brazalete y ya está, conlleva una responsabilidad y me gusta asumirla. También me impone respeto, pero es bonito. Es una gozada representar al equipo de tu tierra".
Capitán, pichichi de la categoría... cuando un futbolista adquiere cierta relevancia las novias no suelen faltar. Torres termina contrato el próximo mes de junio, aunque tiene claro que quiere seguir perteneciendo a la disciplina de Osasuna: "El año pasado a estas alturas ya me habían renovado, pero este todavía no me han dicho nada. A mí me encantaría seguir, porque mejor que aquí no puedo estar en ningún sitio. Tampoco tengo prisa, pero espero que tarde o temprano me ofrezcan la renovación. Siempre viene bien porque da tranquilidad y confianza. Significa que creen que estás haciendo las cosas bien".
el primer equipo Como cualquier futbolista de las categorías inferiores, Torres sueña con el primer equipo, anhelo que reconoce harto complicado: "Es dificilísimo porque no te lo regala nadie. No va a venir MendilIbar a decirme: 'Tú juegas porque me caes bien'. Llega el que se lo curra. Yo estoy trabajando mucho, aunque igual a veces no se aprecie. Si algún día tengo la suerte de jugar será porque lo habré merecido, pero hay que luchar día a día. En mi puesto lo tengo muy difícil, porque hay jugadores fijos e indiscutibles. En mi posición está Raúl García, y eso son palabras mayores. Salvando mucho las distancias me parezco a él porque es un jugador de dar el último pase y controlar el balón. Claro que por arriba hay bastantes diferencias... Yo soy técnico, listo y necesito tener el balón en los pies porque sin él sufro. Y tengo que mejorar mucho físicamente y por arriba".
Sí fueron convocados con el primer equipo sus compañeros Marcos Pérez, Manuel y Satrústegui, y este último saltó al césped del Bernabéu en el once titular: "Lo hizo bien y no desentonó para nada. Está ahí porque se lo ha ganado, y creo que puede jugar en el primer equipo ya. Fue una pena su expulsión, pero la primera tarjeta no fue. Si dijera que no tuve envidia mentiría. Pero es una envidia sana porque somos compañeros. Todos los del equipo estamos contentos por él, y además ves que Mendilíbar cuenta con la gente de abajo y eso anima".