Titín III-Merino II22

Olaizola II-Beroiz20

Duración 85 minutos; 34 de juego real.

Saques Ninguno.

Pelotazos 714.

Tantos en juego 8 de Titín III, 2 de Merino II, 9 de Olaizola II y 1 de Beroiz.

Errores 5 de Titín III, 5 de Merino II, 6 de Olaizola II y 6 de Beroiz.

Marcador 1-0, 1-1, 2-1, 2-2, 5-2, 5-5, 7-5, 7-7, 7-8, 8-8, 9-8, 9-9, 9-10, 10-10, 10-11, 11-11, 11-15, 14-15, 14-17, 17-17, 17-18, 18-18, 18-19, 19-19, 20-19, 20-20 y 22-20.

Incidencias Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de la LEP.M, disputado en el frontón Ogueta de Vitoria. Casi lleno, con unos 2.000 espectadores. Ejercieron de botilleros Joaquín Plaza (preparador físico de Titín III y Merino II) y Salva Bergara (director deportivo de Asegarce, con Olaizola II y Beroiz). De salida se cantaron posturas de 100 a 60 favorables a los hasta ayer invictos en el torneo Aimar Olaizola y Mikel Beroiz.

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Pamplona. Una incursión en territorio inexplorado otorgó ayer en el Ogueta de Vitoria una plaza en la final del Parejas a los riojanos Titín III y Merino II. El delantero de Tricio y el zaguero de Villar de Torre apelaron a la épica para acabar con la imbatibilidad de Aimar Olaizola y Mikel Beroiz en el torneo. Lograron lo que nadie había conseguido hasta ahora, derrotar a una combinación que contaba por victorias sus 15 anteriores compromisos en la competición, un triunfo que les vale para convertirse en los primeros finalistas del campeonato. Sin necesidad de esperar a su resultado de la última jornada de la liguilla de semifinales.

Titín III y Merino II tuvieron que remontar, sufrir y luchar con denuedo, casi hasta la extenuación, para alcanzar el cartón 22. Mantuvieron el choque igualado hasta su ecuador (11-11), se sobrepusieron a un 11-15 adverso cuando peor pintaban las cosas y se hicieron con el último tanto merced a cuatro portentosas defensas de aire de un David Merino que se mantuvo en pie sobre la cancha a pesar de unos inoportunos calambres en el gemelo de su pierna derecha. Sin apenas poder menearse, el zaguero de Villar de Torre se sacó de la manga cuatro voleones de campeonato para sacudirse de la pegada de un Aimar al que su insistencia no le valió para alcanzar su 16º triunfo consecutivo en el torneo.

cansancio para todos La casi hora y media de pelea con la que disfrutó un Ogueta entregado que no se llenó por muy poco, pasó factura a todos. Especial relevancia tuvo el 36º tanto del partido. Duró algo más de cinco minutos en los que los cuatro protagonistas del choque intercambiaron hasta 112 pelotazos a buena. Finalmente cayó del lado de los riojanos merced a un buen gancho de Titín y supuso el empate a 18, la décima igualada de la tarde, aunque luego se produjeron un par más (a 19 y 20).

Con semejante paridad, los últimos tantos del partido se presentaban tan angustiosos para los pelotaris como emocionantes para la grada. Y fue en ese momento cuando el cansancio se dejó notar. Quien más lo acusó fue Aimar, que envió un gancho a la contracancha para dejar a los riojanos a un solo tanto de la final (21-20) y después no pudo llevar a buena una pelota con su mano derecha después de castigar de manera infructuosa a un Merino II que se doctoró en sufrimiento.

Los riojanos alcanzaron el momento decisivo del partido con ventaja en el marcador. Exigua, pero meritoria por la entidad de los rivales y por cómo había transcurrido la batalla en el Ogueta. Sin embargo, al zaguero de Villar de Torre le llegaron unos inoportunos problemas físicos. Se quedó clavado en la cancha con unas calambres que casi le cuestan un disgusto. Sin embargo, se armó de valor para aguantar el tipo, aguantar las embestidas de un Aimar que no pasó por alto las dolencias de Merino II, pero que terminó siendo él mismo el autor de un error que le costó su primera derrota. Dolorosa porque, tras 15 victorias consecutivas, ahora se la tendrá que jugar a una carta. Titín, a sus 43 años, ya no.