Río de Janeiro. La selección española se medirá esta noche a la selección brasileña en la final de la Copa Confederaciones, que se disputará en el mítico estadio de Maracaná, y buscará el único título que le falta por ganar. El momento por el que todo el mundo futbolístico suspiraba ha llegado. La campeona del Mundo desafía a la pentacampeona mundial en su casa pero no en el recibidor, ni en la terraza. España va a desafiar a Brasil en la habitación más bonita y con más historia de la gran mansión futbolística que es el país de Brasil: Maracaná. Parece fácil usar el tópico Maracanazo para el partido en caso de que España ganase, pero sería faltarle el respeto a una selección que lleva 29 partidos oficiales sin conocer la derrota y que es la actual campeona del Mundo y de Europa. España se presenta en Maracaná como favorita a ganar la final y eso es algo que en la historia del fútbol español no se habían atrevido ni a soñar. Aunque el balance histórico no es favorable a la selección que entrena del Bosque.

PCEn partidos oficiales, España y Brasil se han visto las caras en cinco ocasiones (Mundiales de 1934, 1950, 1962, 1978 y 1986) y tan solo en la primera de todas, hace ya casi 80 años, salió victorioso el equipo español (27-5-1934, 3-1). Lo demás, cuatro derrotas que incluyen episodios tan dolorosos como el no gol de Míchel en Jalisco en México 1986 y el fallo de Cardeñosa ocho años antes, en el Mundial de Argentina. Pero esta generación es otra. Es una generación sin miedo y que solo sabe ganar. Es la de las Eurocopas y la del Mundial de Sudáfrica. Esta madrugada, España tiene la oportunidad de poner el broche de oro a un lustro histórico. El de brillantes ya vendrá (si acaso) el año que viene en el Mundial.

pocos cambios El seleccionador español parece que va a repetir su once tipo de esta Confederaciones, con la salvedad de que Torres volverá a suplir a Soldado. El valenciano sigue arrastrando molestias y parece que el de Fuenlabrada volverá a ser el 9 de la selección. Fabregas sí que parece que llegará a tiempo, con lo que entrará de nuevo en el once en detrimento de Silva. Por lo demás, pocas novedades en el conjunto español. En un clima y a una hora más aceptables, España espera poder recuperar su juego de toque, combinación y dominio que le ha llevado a la cima del mundo futbolístico y que Italia consiguió desarbolar en gran parte el jueves.

La selección canarinha juega en casa y quiere dar un golpe en la mesa. En una competición en la que han vivido de la efectividad y de los chispazos de Neymar, están ante la oportunidad de demostrarle al mundo que la verdeamarelha ha vuelto. Tras los fiascos del último Mundial y de la última Copa América (en ambas citas cayeron en cuartos) esta competición es su oportunidad de llegar a su Mundial como rival a batir. Scolari tampoco hará experimentos. Lo que sí ha hecho es zanjar a su manera el tema del calor y del día menos de descanso que ha disfrutado el equipo español en el camino a la final. "España ha jugado un partido menos, que fue el de Tahití. La selección española, que guardó a todos sus titulares, pudo descansar ese día", aseguró el técnico brasileño.

Esas palabras, unidas a la diplomacia de Del Bosque en el asunto, acabaron con esa polémica. El once que disponga Felipao será el mismo que lleva usando todo el campeonato. Es decir, mucho orden táctico y supeditados en gran medida a lo que haga Neymar. El crack de 21 años ha superado con nota su primera gran cita a nivel mundial y querrá poner el colofón a una Confederaciones en la que ha sido la gran estrella de Brasil. La cita será hoy a media noche. La mejor selección de la historia y la mejor de la actualidad lucharán por la gloria en el estadio más emblemático del Mundo.