pamplona - “Yo le decía a todo el mundo que, pasara lo que pasara, el ganador sería uno de Bera”, comentó ayer entre risas Ander Errandonea. Razón no le faltaba.

Ander Errandonea (delantero) e Iñigo Martínez (zaguero) debutaron ayer como profesionales con Aspe. Los dos son del mismo pueblo, de la misma cuadrilla, del mismo club y hacen pareja en los frontones desde que comenzaran en la pelota. “Hoy era un día especial”, dijo Iñigo aún sin asimilar todo lo que acababa de vivir.

Un día especial porque la pelota navarra, tan necesitada de savia nueva, vivió ayer en Tolosa un partido para guardar en la hemeroteca. Los dos pelotaris de 19 años estuvieron arropados por todo un pueblo, que no escatimó a la hora de movilizarse para ir a ver a sus chavales. Cuatro autobuses y varios coches particulares se desplazaron para abarrotar las gradas del Beotibar.

El encuentro, en este tipo de jornadas el resultado permanece en un segundo plano, terminó con un apretado triunfo (22-19) de Errandonea-Tolosa sobre Retegi Bi-Martínez. Los dos novatos se vaciaron en su debut, sin escatimar un ápice de esfuerzo en aras de recompensar a los paisanos que les alentaban desde la grada. “A la jornada le pondría un nueve. El diez sería haber ganado el partido, pero bueno ha sido un día impresionante”, manifestó Iñigo.

“Ha sido increíble. Se agradece muchísimo, nos hemos sacado fotos con todo el mundo. Se ha notado mucho el ambiente y se agradece”, corroboró Ander.

Un debut en profesionales que, por una parte supone cumplir un sueño pero por otro implica darse un baño de realidad. Ander e Iñigo sufrieron en sus propias carnes lo qué supone esta nueva categoría. Más despliegue físico, material más potente y mucho castigo para las manos. “Los pelotaris tienen el cuerpo desarrollado y muy trabajado. Las pelotas son muy exigentes y en vez de darle del 5 le tienes que dar del 7 y del 8 todo el rato y es muy exigente”, dijo ayer el zaguero, que declaró haber terminado bastante entero en lo físico. “Se nota bastante. He jugado contra Julen Retegi, que es un pelotari experimentado, y nos ha dado mucho trabajo”, matizó el delantero.

No es la única diferencia. Errandonea explicó que los cueros de aficionados distan mucho de los de los mayores: “El material es más vivo. Sale más del suelo, no tanto de frontis, pero de suelo sí y son bastante exigentes. Para rematar mejor, pero para defender cuesta. Con el tiempo le cogeremos el truquillo”.

Lo que es común en todos los debuts de todas las disciplinas son los nervios, aunque los protagonistas de ayer mostraron bastante entereza. La profesión se lleva por dentro. “Al principio un poco de nervios. Estaba el frontón lleno... pero cuando han ido pasando los tantos me he encontrado mejor”, afirmó Martínez. “Igual se han notado un poco los nervios al final, porque íbamos 19 iguales y quieres ganar”, dijo su compañero habitual y rival en el día de ayer.

Quedaba solo una pregunta en el aire: ¿Cómo se vieron el uno al otro? “A Ander le he visto con chispa, le ha metido mucho ritmo a la pelota y también ha terminado tantos bonitos”. “Le he visto bastante bien. Con la derecha, que le ha costado siempre más, le ha dado bastante. Ha hecho algún fallo pero eso es normal en el debut. Le ha dado bastante y ha estado seguro”.

El partido acabo 22-19 pero Bera ganó... por partida doble.