areso - Con una mañana que invitaba a salir al monte, alrededor de 400 montañeros participaron ayer en la marcha de montaña de Areso sobre un recorrido de 21 kilómetros y un desnivel acumulado de 1.250 metros con salida y meta en la plaza de Areso. Precisamente, este era el punto más bajo de esta prueba no competitiva que tiene como principal reto hacer cima en el emblemático Guratz, también conocido como Lau Mugarrieta, la cota más elevada de la marcha con 995 metros. Temprano, a las ocho de la mañana, los montañeros partieron dirección Ulizar, lugar rodeado de leyendas de brujas y akelarres y dónde se encuentran los restos de la primera ermita de Santa. En este punto estaba el primer avituallamiento. Con fuerzas renovadas, los montañeros continuaron por Urkita, extraordinario mirador del conjunto de Aralar, desde donde descendieron hacia Pagozelai, con un segundo avituallamiento antes de ascender a Guratz, una atalaya natural de casi 1.000 metros de altitud desde el que se divisan impresionantes hayedos que descienden hacia Gorriti, Areso y Leitza. El descenso fue por Urtezar.

De vuelta en la plaza, a los montañeros les esperaba una deliciosa paella con sidra de una kupela para recuperarse del esfuerzo y encontrarse con compañeros de salidas y viejos conocidos a la sombra de los árboles. Y es que hasta lució el sol al mediodía. Lo cierto es que tanto participantes como desde la organización destacaban el buen ambiente de ayer, durante el recorrido y en la plaza.

Era la décima edición de esta cita organizada por el Ayuntamiento de Areso y Kirolmank, la Mancomunidad Deportiva de Araitz,Areso, Betelu, Larraun y Lekunberri, con la colaboración del Consorcio Turístico del Plazaola, Gobierno de Navarra, Circuito de Marchas de Largo Recorrido de Navarra, la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, Caja Rural de Navarra y Kaiku.