TOLOSA - Xabier Orbegozo -Arria V- completó ayer uno de los desafíos más duros en la historia de los herri kirolak. El aizkolari de Errezil fue capaz de partir 20 kanaerdikos en Azpeitia, correr durante 26 kilómetros desde allí hacia Tolosa pasando por la cumbre del Hernio, y cortar después otros 20 troncos del mismo tamaño en el coso tolosarra en un tiempo total de cuatro horas, 49 minutos y 35 segundos. Arria, ademas, cumplió con creces su objetivo de terminar esta titánica labor en menos de cinco horas.

Unos instantes después de finalizar el corte del último kanaerdiko, el deportista de Errezil, agotado, reconoció haber “sufrido mucho” durante algunos momentos para completar su gesta, pero se mostró “contento” por el trabajo realizado, porque para acabar ese trabajo en menos de cinco horas “ hay que arrear bien en todo y no puedes fallar”.

azpeitia-hernio-tolosa El desafío de Arria V comenzó a las nueve de la mañana en la plaza de toros de Azpeitia. El aizkolari, reservando sus fuerzas para lo que le venía por delante, cortó en 47 minutos y 17 segundos los primeros 20 kanaerdikos, es decir, 20 troncos de 1,252 metros de perímetro, y a continuación partió desde la localidad del Urola, situada a 80 metros sobre el nivel del mar, hacia la cumbre del Hernio, a 1.078 metros de altura, por un camino de unos 1.200 metros de desnivel, para descender después hasta el coso de Tolosa.

El camino del errezildarra se vio endurecido por la aparición de la lluvia y el barro. Arria explicó a su llegada que pasó por malos momentos durante su travesía por la montaña, especialmente a partir de Zelatun: “En Azpeitia me he sentido muy bien con el hacha y salí bien, pero en el monte he sufrido mucho. He ido rápido, pero al bajar había humedad, los gemelos se me han subido y he pasado un rato malo. Además de Zelatun a Hernio había una carrera -la Larraul-Hernio-Larraul-, y había un barro terrible, el camino estaba muy mal”.

Arria consiguió llegar desde la plaza de toros del Azpeitia a la de Tolosa en menos de tres horas. El aizkolari entró al coso en torno a la una menos cuarto, como tenía previsto, arropado por decenas de seguidores que no cesaron de animarle en los últimos metros. Se cumplían entonces tres horas y 42 minutos desde que dio su primer hachazo del día. Tras unos minutos para prepararse, visiblemente cansado por el esfuerzo acumulado, Arria se dispuso a cortar los últimos 20 kanaerdikos.

El errezildarra logró mantener un ritmo continuado sobre la madera. En los primeros troncos, necesitó algo más de tres minutos para cortar cada pieza, aunque el noveno y el décimo le costaron algo más. A mitad del trabajo, acumulaba un tiempo de cuatro horas y 16 minutos y ya estaba claro que, si no desfallecía, podría cumplir su objetivo. Solo entonces se permitió tomar unos segundos de descanso sobre el mismo kanaerdiko. Y es que el esfuerzo acumulado le estaba pasando factura. En Azpeitia, reservando sus fuerzas, Arria había cortado los diez primeros troncos en 21 minutos y 47 segundos, y ahora había necesitado aproximadamente diez minutos más.

El errezildarra, con más altibajos en su cadencia, alcanzó el vigésimo tronco entre la ovación de los cientos de aficionados reunidos en el coso tolosarra. Tras su último hachazo, el cronómetro se paró en cuatro horas, 49 minutos y 35 segundos. En un primer momento, Arria V, exhausto, no tuvo fuerzas ni para levantar los brazos. Bajó del tronco y se apoyó en sus dos ayudantes, su padre José Ignacio -Arria II-, y Luis Txapartegi, y luego tuvo que sentarse en una de las maderas. No tardó en reponerse, y pronto pudo celebrar con el público y sus allegados su victoria. Había conseguido una marca para la historia.

Seis mil euros de recompensa. La empresa Peru Excavaciones premió a Arria V con 6.000 euros por ser capaz de terminar su desafío en menos de cinco horas y diez minutos. El propio aizkolari, más exigente todavía, quiso completar su trabajo en menos de cinco horas.

Festival en Tolosa. La llegada de Arria V a Tolosa estuvo amenizada por un pequeño festival de herri kirolak. El harrijasotzaile Iban Ugartemendia logró dos alzadas en cinco minutos con la piedra cúbica de 190 kilos, y los aizkolaris Mikel Larrañaga y Julen Larrea se impusieron a Iker Vicente y Aritz Azpiazu -Arria VI- por 50 segundos de margen sobre doce troncos de 60 pulgadas en txanda libre.