“Tenemos una base muy potente, de 300 niños y niñas. Hay que aprovecharlo”
Pablo Branchi fue elegido la pasada semana nuevo presidente del Pamplona Atlético, tras los seis años de mandato de Manu Quijera
pamplona - Pablo Emilio Branchi (Moreno, Argentina, 21/06/1974) fue elegido la pasada semana nuevo presidente del Pamplona Atlético. Sucedió a Manuel Quijera, cuya presidencia duró seis años, en los que el club ha logrado grandes éxitos deportivos. Branchi, arquitecto de profesión y navarro de adopción, reconoce que “no hay cola” para estos cargos, y que en este primer año no quiere cambiar “lo que ha funcionado tan bien”. También habla de la necesidad de la pista cubierta para el club, y de los problemas existentes en Larrabide.
¿Cómo han sido estos primeros días?
-Pues con mucho trabajo, la verdad. Por un lado tengo mucha satisfacción, y eso que al inicio me temblaban las rodillas ante el nuevo desafío. Pero bien, con ilusión, aunque en las transiciones tienes que adaptarte y conocer cosas que desconocías. He empezado con cosas como el tema económico, los viajes, la ropa... Es un trabajo más intenso en estos primeros días.
Y eso que ya conocía el club.
-Sí, pero estaba de colaborador. Hace un año Manu (Quijera) y Roberto (Sotomayor) me pidieron ayuda, y llevaba un año colaborando con ellos. Iba a las reuniones semanales del club y colaboraba con diferentes asuntos: temas de la web, voluntarios de las competiciones... pero esto ya es meterte de lleno en un cargo de esta responsabilidad.
Cuando Manu Quijera le comentó la posibilidad de presentarse, ¿se lo pensó mucho?
-Manu me lo propuso básicamente porque llevaba un año colaborando y porque sabe que me gusta colaborar en cosas del club, pero no me lo dijo directamente. Me explicó que él iba a dimitir y que iban a salir candidatos, cuantos más mejor. Como no salía nadie, me dijo: “Oye, ¿tú no te atreverás, no?”. Varios días después de la primera propuesta y de madurarla con el resto de miembros de la junta, me atreví a dar el paso. Todavía no sé si he hecho bien o mal (risas).
¿Qué planes concretos tiene para el futuro?
-De momento, encaro el primer año como de aprendizaje e intentar hacer las cosas lo mejor posible. El club está funcionando de maravilla en todos los sentidos, sobre todo en el deportivo, y lo importante es darle continuidad a esto. Sí que hay cosas que tengo en la mente a futuro, como digo en la carta de bienvenida. Trabajar mucho con las bases, mejorar la transición de ser un niño a llegar al primer equipo, apostar por la cantera... Es un objetivo de cualquier club. Tenemos una base muy potente, de 300 niños y niñas, y hay que aprovechar este boom. Además, el atletismo es uno de los pocos deportes que es totalmente inclusivo, y vemos en las pistas convivir veteranos con chicos y chicas de la escuela. Que sirva de ejemplo para otros deportes y darlo a conocer.
Otra de las cosas que dice en su carta es “seguir apostando por mejorar la comunicación”. ¿Cómo puede hacer para llegar a más gente?
-Aunque aquí venga mucho público, el que asiste a una gran competición, como el Campeonato de Federaciones o cualquier partido de Osasuna o de Basket Navarra es mucho mayor. Tenemos que demostrar que el atletismo es igual de atractivo y que es divertido. Es emocionante hasta el último relevo. Pero tenemos que hacer más para dar alimento a los medios, y eso que tenemos referentes como Maitane Melero.
Hablando de los nombres, usted dijo que el fichaje de Javier Nagore estaba “cerrado”, pero ¿hay posibilidades de que vuelva Sergio Fernández?
-Lo de Nagore está totalmente hecho, pero lo de Sergio son solo intenciones. Nos gustaría que volviese pero no es fácil, no hay nada de realidad. Nacen, incluso, desde nuestros patrocinadores, conscientes de lo bien que nos vendría. Los equipos ya están cerrados para la temporada que viene, con el fichaje de Javier, y el resto de los conjuntos se mantienen más o menos como estaban. Casi todos, con posibilidades de ir al Campeonato de España, con gran nivel.
Usted habla de nivel altísimo. ¿Cómo se puede seguir ganando?
-Hay una cuestión simple: tratar de tener contentos a los atletas y que sigan apostando por este club. Se les mantiene contentos dándoles lo mismo que se les da en otros sitios: excelentes entrenadores, que los tenemos, y que vean que no solamente hay una cuestión económica detrás, sino que puedan mejorar sus marcas. Sin embargo, nuestro gran hándicap son las instalaciones. Nos falta eso, aunque no dependa de nosotros.
Sobre ese tema, el presidente de la Federación, Rodrigo Domínguez, estuvo en el Parlamento pidiendo una pista cubierta. ¿Ha hablado de este tema?
-No es algo de ahora, hablamos mucho con él. Se viene hablando años sobre este tema, y los atletas llevan mucho tiempo pidiéndolo, Rodrigo también. De momento no hay concreciones, ya que no depende ni del Pamplona Atlético, ni de sus clubes asociados ni de la Federación. Nosotros tratamos de empujar y pedir, además de demostrar que es algo necesario, que se hace con el gran nivel de los atletas. Si pudiesen entrenar al mismo nivel que en otras comunidades serían aún mejores.
En épocas invernales, como ésta, debe de ser duro.
-Sí, de hecho se necesita una pista cubierta o un módulo en condiciones. Aquí solo tenemos una parte del pabellón. Si se hace en Larrabide habría que ampliar las instalaciones, pero lo ideal sería una pista cubierta para organizar competiciones, que serviría también para que la gente conociese Navarra y dejase dinero aquí. Además, en el día a día hay tardes que pueden convivir 500 niños.
¿Llega a ser insostenible?
-No sé si llega a insostenible, pero es muy difícil de gestionar. Yo también soy monitor de niños, y tenemos que buscar nuestro espacio. Cuando llueve, los espacios se reducen mucho porque no hay zonas cubiertas, y los niños se chocan. Hay roces innecesarios, y eso que todos nos llevamos muy bien.
Como puso en Twitter, hay días que no se puede hacer nada.
-No solamente eso, sino que hay chicos de las escuelas que dejan de venir porque saben que no van a poder entrenar en condiciones. Prefieren quedarse en casa, porque venir para mojarse o estar dentro sin poder entrenar nada, por el espacio, es como la pescadilla que se come la cola. Si no tenemos contentos a los atletas mayores tampoco podremos a los pequeños. Es la clase política la que debe apostar de verdad por un deporte que no para de crecer. Son más de 1.000 atletas navarros que necesitan instalaciones.
¿Hay alguna posible solución momentánea?
-Había un proyecto de hacer un módulo mayor cubierto en las actuales gradas, después de tirarlas. Con un mejor gimnasio, un foso de longitud, unas cuántas calles... pero no es algo concreto. Algo no tan inmediato sería una pista cubierta. Se habló de la zona de la UPNA, donde están los campos de golf y fútbol, o en Sarriguren. Incluso usar el Navarra Arena para un evento concreto. El velódromo de Tafalla te vale solo para algo coyuntural, pero no para el día a día.
Volviendo a su elección, ¿es usted continuista con respecto a lo que hizo Quijera?
-Tengo una excelente relación tanto con él como con Roberto Sotomayor, y ya he dicho que no quiero cambiar lo que ha funcionado bien. Queremos pulir algunas cosas, como ambos me dijeron en la elección. Pero insisto: el primer año es tratar de hacerlo lo mejor posible.
¿En qué copiaría a Quijera?
-Es un tema de equipo, aunque parezca un deporte individual. La excelente gestión de estos años es por los grandes resultados deportivos, que te acaba dando, por ejemplo, un buen patrocinador. Mi propósito es igualar sus grandes resultados deportivos e incluso superarlos, pero será difícil.
En el tema económico, ¿hay patrocinio de Grupompleo para rato? ¿El club tiene una economía estable?
-Hay altibajos y toda entidad depende de las ayudas públicas, pero nuestros patrocinadores mantienen su apoyo. Hay paradojas con las ayudas: cuando mejor te va igual tienes menos ayudas. Por ejemplo, por justificación de los viajes. Pero estamos saneados, no hay ningún problema, y queremos conseguir más patrocinios. Nunca va a dar beneficios y andará justo, pero el objetivo es no tener carencias económicas.
¿Cómo llega un argentino a Pamplona?
-Casualidades de la vida. Me vine con una beca a Pamplona, y con la misma una chica de Navarra fue a mi Universidad en Argentina, y esa chica acabó siendo mi mujer, por casualidades de la vida. Al final he hecho mi vida aquí. Me reenganché al mundo del atletismo por mis hijos. Te acabas metiendo cada vez más y te encuentras que acabas siendo presidente del Pamplona Atlético (risas).
¿Pero la jabalina ya venía de Argentina?
-Ahí ya hacía decatlón, sin ser nunca un excelente atleta. Estaba en el top 5 del ranking de Argentina, y la prueba que más me gustaba era la jabalina. Como me gustaba, me reenganché a los lanzamientos, con la gran ventaja de tener una entrenadora como Idoia Mariezcurrena. Me fui metiendo poco a poco con ellos y me reencontré con mi vieja pasión.
“Si llueve, hay chicos que dejan de venir a Larrabide porque saben que no van a poder entrenar en condiciones”
“Es la clase política la que debe apostar de verdad por un deporte
que no para
de crecer”
Pablo Branchi
Presidente del Pamplona Atlético