- Las dos medallas conseguidas por los jugadores navarros ya están en casa. Llegaron en un tren casi vacío, un lunes lluvioso por la noche, cerca de incumplir el toque de queda. Iosu Goñi y Sergey Hernández vivieron un recibimiento íntimo, cercano, con solo unos pocos familiares que se aproximaron a la llegada de los flamantes medallistas.

Iosu Goñi y Sergey Hernández llegaron ayer a las 22.40 horas a la estación de tren de Pamplona después de haber logrado el domingo la medalla de bronce en el Mundial de Egipto. Fue la primera presea con la selección española para el portero del Benfica y la primera también en un Mundial para el lateral del Chambéry.

A su regreso a Pamplona, Sergey Hernández se mostró muy contento por haber logrado una medalla de bronce que le supo "como a oro". "En mi primera experiencia en el Mundial, conseguir la medalla me parece algo increíble. Encima, he convivido en la habitación con el capitán, Raúl Entrerríos. No solamente he aprendido de las victorias, también de la derrota ante Dinamarca. Ver las dos caras del deporte y ver cómo todo el equipo levantó la cabeza para sacar el bronce para mí fue increíble", remarcó.

El guardameta del Benfica, que solo jugó ante Uruguay, reconoció que le hubiera gustado tener más protagonismo. "Al final, a todos nos gusta jugar. Tuve el partido contra Uruguay, lo hice lo mejor posible y ganamos, que es lo importante. Ha sido una gran experiencia y es un plus para convencerme a mí mismo de que hay que seguir trabajando. Por el momento, no he hecho lo suficiente para hacerme un hueco entre Rodrigo Corrales y Gonzalo Pérez de Vargas, pero quiero hacerme un sitio en la portería de los Hispanos de aquí a unos años", confesó.

Por último, Sergey Hernández quiso agradecer el apoyo de sus padres. "Mi padre (José Luis Hernández, atleta y preparador físico) seguro que me estará viendo desde algún lugar y mi madre (la atleta Goya Ferrer) me ha apoyado siempre. Ellos han estado siempre en mi vida y van a estar siempre apoyándome, tanto en las buenas como en las malas", concluyó.

Por su parte, Iosu Goñi también quiso dedicar esta medalla de bronce a sus familiares y allegados. "Me acuerdo de mi familia, de los entrenadores que he tenido, de mis compañeros y de toda la gente que apoya el balonmano en Navarra", señaló el lateral.

Después de un largo viaje, los dos jugadores pudieron reencontrarse con sus familiares y mostrar con orgullo unas medallas que descansarán para siempre en Navarra.

La familia Goñi, al completo. A la llegada de Iosu Goñi acudieron su padre (Javier Goñi) y su hermano (Manu Goñi), que vino acompañado por su novia, Claudia Macaya. El jugador del Chambéry agradeció el apoyo de "familiares, entrenadores, compañeros y aficionados navarros".El apoyo de una madre. La exatleta Goya Ferrer fue a recibir a su hijo Sergey Hernández a la estación de tren de Pamplona. El guardameta del Benfica quiso agradecer el imprescindible apoyo de sus padres durante toda su carrera. "Me acuerdo de mi padre (José Luis Hernández, atleta y preparador físico), que seguro que me estará viendo desde algún lugar", concluyó.

"Mi primera experiencia con la selección ha sido increíble; quiero hacerme un hueco en

el equipo"

Portero de la selección y del Benfica

"Este bronce sabe un poco a oro; estamos muy orgullosos de todo el trabajo que hemos realizado"

Lateral de la selección y del Chambéry