El Real Oviedo anunció oficialmente este jueves la renovación del técnico José Ángel Ziganda, que firmará su tercera temporada en el banquillo carbayón a pesar de que aún no se ha cerrado la llegada de un nuevo director deportivo que sustituya en el puesto al fallecido Francesc Arnau."El club continúa trabajando desde todos los ámbitos de la entidad, sentando las bases para la construcción de su proyecto 21/22, siendo prioridad máxima el cierre de la incorporación del nuevo director deportivo", aclara el propio club en el anuncio oficial.

Ziganda, que llegó a finales de la temporada 2019-2020, lleva solo año y medio en la capital asturiana pero ha participado de las dos últimas campañas y dirigirá desde el próximo mes de julio la que será su tercera temporada como entrenador oviedista.

Lo hará junto a Bingen Arostegi, su segundo, y con Alberto Martínez y Sergio Segura como preparador físico y entrenador de porteros de porteros, respectivamente, su equipo habitual de trabajo desde que llegó a Oviedo.

El navarro se ganó la confianza a base de resultados en las 14 jornadas con las que inició su andadura en Oviedo: firmó números de playoff y salvó a un equipo que cogió en descenso tras el paso de otros dos técnicos ese mismo año por el banquillo, Sergio Egea y Javi Rozada.

Tras sacar adelante la peor campaña del Oviedo desde que volviera en 2015 al fútbol profesional, Ziganda renovó y junto con su segundo, Bingen Arostegi, inició la pasada temporada un proyecto en el que los resultados fueron la nota negativa.

El técnico azul volvió a certificar la salvación, esta vez con más margen, pero no dio con la tecla para que el equipo pelease por el 'playoff', objetivo que se le resiste al club carbayón desde su vuelta a Segunda División y del que cada vez está más alejado.

A pesar de ello, y dado el trabajo realizado en El Requexón, Ziganda contaba con la confianza de plantilla y club, razón por la cual se ha acabado cerrando su renovación incluso antes de que se oficialice la llegada de una nueva dirección deportiva tras el fallecimiento de Arnau y la salida del club del que fuera su secretario técnico, David Comamala.