Óscar Rodríguez (6/5/1995) comenzará este sábado su tercera Vuelta a España, a la que llega con la intención de ayudar a Aleksandr Vlasov -el líder del equipo Astana- y de pelear por alguna victoria de etapa. El burladés ya logró un triunfo histórico en La Camperona en 2018 y avisa: llega en un buen momento de forma y la etapa del Gamoniteiru se adapta muy bien a sus condiciones.

¿Cómo está viviendo estos días previos a la Vuelta?

-Con calma. Al final, es mi tercera vuelta, mi cuarta grande y estoy más tranquilo. Estoy organizando un poco todo: la maleta y las cosas del viaje, pero con calma.

Supongo que este año será todo más complicado por el coronavirus.

-Claro. Tenemos que pasar PCR y antígenos todas las semanas y eso está suponiendo un gran desembolso para los equipos. Pero bueno, es lo que hay que hacer. No nos podemos jugar la retirada del equipo por un positivo y es mejor prevenir que curar.

¿En qué momento de forma llega tanto física como mentalmente?

-Creo que estoy bastante bien. He venido de correr bastantes días de competición estas últimas tres semanas. Ahora, con el descanso de estos últimos días, creo que voy a estar muy bien para el inicio de la Vuelta.

Va a ser su primera carrera de tres semanas esta temporada. ¿Le puede beneficiar?

-Yo creo que me viene bien porque al final una gran vuelta desgasta mucho y hacer dos en un año es un poco arriesgado. Creo que la preparación ha sido buena y estoy muy contento de poder estar en la Vuelta.

Quedó segundo en la subida al Mont Ventoux y séptimo en la Vuelta a Castilla y León. ¿Qué balance hace de su temporada hasta ahora?

-Ha sido bastante buena. La verdad es que Mont Ventoux y Occitania salieron bastante bien. Ahora, en la segunda parte de la temporada, también conseguimos la victoria en Ordizia con Luis León Sánchez y yo le pude echar una mano en los kilómetros finales. Luego, en Castilla y León también tuve mi oportunidad y terminé séptimo. No he conseguido ganar, pero he hecho varias carreras entre los diez primeros y eso hay que valorarlo. Me pongo un notable de nota hasta ahora.

Y puede lograr el sobresaliente en la Vuelta. ¿Cuál va a ser su objetivo a nivel personal?

-Voy a apoyar a Aleksandr Vlasov, que será el líder, e intentaré estar lo más cerca de él en las jornadas de montaña. Y a ver si algún día puedo estar en una fuga y pelear alguna etapa.

Ya logró ganar en 2018...

-Sí. La victoria en La Camperona fue uno de los mejores momentos de mi vida y lo recuerdo con mucha alegría. Va a ser muy difícil repetir pero bueno, por intentarlo que no quede.

¿Tiene alguna etapa marcada?

-La verdad es que no me he marcado ninguna especialmente. Sí que es verdad que el de Gamoniteiru es un puerto que me viene muy bien, pero iremos día a día y con calma.

¿Cómo llega Vlasov, el líder del equipo Astana?

-Bien. Vlasov es un tío serio, que es muy profesional y que allá donde va hace carreras muy grandes. Viene también de descansar bastante y yo lo veo muy bien. Hizo los Juegos Olímpicos y creo que, de cara a la Vuelta, va a estar bastante fresco.

¿El objetivo del equipo es luchar por la victoria en la general o se podrían conformar con el podio?

-No. Lucharemos por la victoria en la general e intentaremos ganar, aunque sabemos que es muy complicado. Además, Vlasov es un ciclista que todavía es muy joven y tampoco hay que exigirle muchísimo. Pero bueno, por qué no vamos a soñar con ganar la general.

¿Cómo ve al resto de favoritos como Roglic, Bernal, Mas o Landa?

-Yo los veo bastante igualados la verdad. Creo que este año va a ser una Vuelta muy ajustada salvo que Roglic se saque de la chistera la magia que tiene. Pero bueno, creo que va a estar muy empatada la carrera.

¿Es un alivio que no vaya Pogacar?

-La verdad que sí (ríe). Es muy difícil poder seguirle y que no venga quizás abre un poco más el grupo de candidatos a la victoria en la general.

En el Astana vais seis españoles: los Izagirre, Aramburu, Fraile, Luisle y usted. ¿Cómo es el ambiente dentro del equipo?

-La verdad es que por ambiente no va a ser. Seguro que hacemos un gran grupo y la verdad es que casi casi somos la selección española (ríe). Estoy muy contento por esa parte.

Sus compañeros también le habrán ayudado en su progresión.

-Sí, mucho. Aprender de los Izagirre, de Luis y de Omar es un privilegio. Es lo que tiene correr en el World Tour, que en el equipo siempre vas a tener estrellas. Ves lo que hacen e intentas seguir sus pasos. Es un orgullo y un deber que tengo como ciclista para seguir mejorando.