Mermado por problemas físicos y con un gran desgaste en el cuerpo, Rafa Nadal perdió este domingo la final de Indian Wells ante un muy convincente Taylor Fritz y puso punto final a su extraordinaria racha de 20 partidos seguidos ganando desde que empezó el año.

Fritz, de 24 años y número 20 del mundo, dio la campanada y doblegó a Nadal por 6-3 y 7-6(5) en dos horas y 6 minutos para convertirse en el primer estadounidense en llevarse Indian Wells desde Andre Agassi en 2001.

Despúes de su épico duelo de más de tres horas ante Carlos Alcaraz, Nadal estuvo muy incómodo sobre la pista, nunca pudo desplegar su habitual energía y rabia, y tuvo que pedir en dos ocasiones la asistencia de los servicios médicos para ayudarle con los dolores en el pecho que ya habían aparecido en la semifinal del sábado.

"Todo lo que puedo decir es que respirar ahora es difícil para mí. No sé, cuando intento respirar es doloroso y muy incómodo", explicó Nadal tras la final.

"No sé si es algo en las costillas, no lo sé aún. Cuando respiro y cuando me muevo es como si tuviera una aguja dentro todo el tiempo. Me hace sentirme un poco mareado porque es doloroso. Es un tipo de dolor que me limita mucho", añadió.

Triple ganador de Indian Wells (2007, 2009 y 2013), Nadal se quedó a las puertas de su cuarta corona en el desierto californiano y también de su cuarto torneo seguido en 2022 tras sus victorias en el Abierto de Australia, Melbourne y Acapulco.

Nadal, que sigue de esta manera con 36 títulos de Masters 1000 (uno menos que el serbio Novak Djokovic), deja ahora los torneos de pista dura tras un impresionante arranque de 2022 para centrarse en su gran especialidad, la temporada de tierra batida.

IMPONENTE FRITZ

De nuevo con el viento como factor de peso, aunque sin llegar al esperpento de la semifinal Nadal-Alcaraz, Fritz empezó la final asustando con una derecha muy robusta y un revés que encontraba muy bien los ángulos.

Nadal frenó tres bolas de "break" pero concedió su saque en la cuarta ante un Fritz muy valiente (1-0).

El estadounidense consolidó su ventaja con mucha seguridad en su servicio mientras que Nadal seguía con problemas para controlar sus golpes desde el fondo de la pista.

El balear no encontraba su ritmo y, a los 15 minutos de partido, ya había concedido dos roturas de saque (3-0).

Frente a las numerosas dudas de un Nadal sin chispa ni dinamismo, a Fritz todo le iba de maravilla: su saque era un dardo venenoso, su derecha mandaba en la pista cómodamente y apenas cometía errores (4-0).

Nadal tomó algo de aire con su primer juego ganado desde el saque (4-1) y apretó por fin a Fritz en su servicio (40-40), pero el estadounidense conservó la tranquilidad y no dejó que los nervios se le apoderaran (5-1).

Nadal llegó a recuperar un "break" para ponerse 5-3 y parecía mejorar levemente, pero Fritz le rompió el saque una vez más (su tercera rotura en la primera manga) para anotarse el primer set con una admirable solvencia tras 39 minutos.

El estadounidense brilló en el primer set con un 83 % de puntos ganados con su primer saque y una gran presión sobre el servicio de Nadal, que solo se llevó el 23 % de sus puntos con segundo saque.

MOLESTIAS FÍSICAS

Antes de empezar el segundo set, Nadal pidió asistencia médica por sus problemas en el pecho.

Pero seguía muy incómodo en la pista y no había indicios de una de sus famosas remontadas pese a que el público intentaba una y otra vez darle ánimos.

Lo que no fallaba era su espíritu y su garra, que reaparecieron cuando conservó el saque tras ver las orejas al lobo de nuevo (1-1).

Nadal canalizó ese brote de rabia y, con una mayor agresividad en el resto, logró que Fritz temblara con su saque y entregara el "break" (1-2).

Poco le duró la alegría a Nadal, quien perdió su servicio justo después y todavía andaba muy atascado con sus errores (2-2).

Fritz ya no era el muro infranqueable del primer set, pero Nadal no conseguía crecer a partir de sus instantes de flaqueza y desperdició cuatro bolas de rotura para ponerse por delante (3-2).

Sin un dominador claro y con los dos tenistas controlando con relativa facilidad su saque, un momento clave llegó con una bola de "break" para Nadal con 4-4 después de un larguísimo y fantástico punto que ganó el balear torturando una y otra vez a Fritz con golpes cortados.

Sin embargo, Nadal no estuvo lo suficientemente fino para cerrar esa rotura (5-4).

En el tramo más emocionante de la tarde, Nadal, que volvió a pedir la ayuda del fisioterapeuta, llegó a salvar una bola de partido antes de que el duelo se fuera al "tie break".

Nadal levantó al público con varios puntos en la red, pero un par de errores graves le acabaron dando el set y la final a un gran Fritz, que consiguió así la victoria más importante de su carrera.