- La clasificación general sufrió un vuelco tremendo en la última etapa de la Vuelta a Navarra. En la famosa carrera de los Muros, la victoria de etapa fue para el madrileño Pablo García (Caja Rural-Seguros RGA), pero la gran alegría la recibió el americano Andrew Vollmer (Arabay Cycling) al entrar como segundo y conseguir superar la diferencia de 33 segundos que le llevaba Alejandro Franco (Gomur). El vallisoletano acusó el cansancio y en una de las subidas no pudo mantener el ritmo de sus contrincantes, por lo que, descartado para la general, Vollmer tenía a Enekoitz Azparren (Laboral Kutxa) y Harrison Wood (Aix) como principales amenazas.

"Parte de lo ocurrido hoy en la carrera se debe a la estategía que había planteado el equipo, pero también ha sido un día muy duro, donde me he visto con buenas piernas y nada que perder, solo tenía el objetivo de intentar ganar", mencionó el ganador. A pocos kilómetros de la meta y con poco o nada que perder, decidió lanzar un ataque que a la postre sería el que le daría el triunfo. "Lancé un ataque en una de las últimas subidas y nadie me siguió. Había un corredor del Caja Rural más adelante. Me encontraba bien, así que le alcancé y trabajamos algo juntos. Por la radio me comentaron que podía ganar la general. Nos quedaban por delante un par de subidas, pero la mayor parte del trayecto iba a ser bajada. Hubo riesgo de que nos cogieran por detrás, pero al final no ha sido así", explicó el joven corredor.

Volleman, afincado en el país, se convirtió ayer en el primer estadounidense en ganar la Vuelta Navarra, una prueba que destacó por las largas etapas. "Es una vuelta muy buena. Me gustan las etapas largas, que sean disputadas. Pese a eso, me he sentido genial, no estoy muy fatigado. Pero sí, me gustaron estas etapas, en especial la segunda. Es muy guay poder rodar durante cinco horas. La de San Cristobal también estuvo genial, con mucha subida. No hay nada mejor que correr todo el día".

Ese entusiasmo por el ciclismo se ve reflejado en su apuesta por este deporte. Volleman dejó atrás su tierra para perseguir el sueño de ser profesional. "No es muy habitual para los corredores americanos estar en equipos españoles o franceses. En mi caso, estoy viviendo en España por mi cuenta. Estoy centrado en correr con el apoyo de mis padres. Es por eso que lo doy todo en cada prueba. Estoy aquí solo, a 9.000 kilómetros de California, por lo que cuando me dan la oportunidad de ganar, lo doy todo. Es un estilo de vida un poco solitaria, pero merece la pena cuando consigo ganar carreras como esta".

En su primera participación en la Vuelta a Navarra, el joven lizartarra Unai Esparza (Grupo Eulen) fue el navarro mejor clasificado en la general, un logro que dedica a los miembros de su equipo.

"Es importante salir al podio por todo el equipo que ha hecho un trabajo espectacular. El otro día llegábamos al hotel a las 21.00 horas y se pusieron los técnicos a dar masajes y arreglar las bicis para el día siguiente. Es una bonita manera de recompensar su trabajo". De la etapa de ayer señaló que hubo muchas escapadas y que en la decisiva, no entró por los pelos.

"Ha sido una etapa muy rápida, con muchos intentos de fuga. Después del muro de Olaverri se hecho un grupo grande donde ni Gomur ni Laboral se han metido por lo que ha hecho que hayan ido a toda velocidad. Luego en Artajona se ha ido el grupo definitivo donde no he podido entrar por poco". Triunfar en casa era algo que Esparza llevaba esperando toda la vida. "Es algo que llevo viendo desde pequeño. Estar aquí me hace ilusión. El principal objetivo era disfrutar, como mínimo, lo mismo que iba a sufrir, y se ha cumplido", finalizó. l