El golfista Jon Rahm, que este domingo conquistó la Ryder Cup por segunda vez en su carrera después de que Europa se impusiese a Estados Unidos por 16,5 a 11,5, en el Marco Simone de Roma, declaró que su fallecido compatriota Seve Ballesteros sigue siendo "el espíritu que mueve a este equipo".

"Me he acordado de él (Seve) toda la semana, sobre todo teniendo a Jose Mari (Olazábal) al lado. Especialmente al final, es el espíritu que mueve a este equipo, de no rendirse, agarrarse a él e intentar sacar todos los puntos", dijo Rahm, tras la ceremonia de entrega del trofeo.

Una victoria épica que Rahm cerró con dos victorias y dos empates, dejando por primera vez en la historia de la competición sin ganar al número 1 del mundo, el estadounidense Scottie Scheffler: "Gracias a dios que lo he hecho dos veces en el 18. No voy a pensar en lo que le hemos hecho y si en lo que hemos conseguido".

"Es increíble, incluso con lo que algunos hemos logrado... estas victorias son tan diferentes.. el poder celebrar como equipo es algo memorable", señaló.

"Qué pasada de día. Con lo duro que fue hace dos años perder como perdimos, y luego venir aquí con jugadores nuevos... Ha sido una Ryder diferente para mí, en la que se me veía como líder, y salir ahí como hemos salido y como hemos jugado. Estoy súper orgulloso, el primer día fue increíble. Esa pareja con Tyrrell (Hatton) fue muy buena, y el día con Nicolai (Hoggaard) también, vaya manera de salvar el punto", añadió.

El 'León de Barrika' valoró el trabajo en equipo bajo las órdenes de Luke Donald: "Una vez piensas en lo que ha sido, el sentimiento de humildad es increíble. Lo que 12 jugadores, 6 vicecapitanes y 1 capitán pueden hacer es increíble".

Europa acabó ganado de cinco puntos, recuperando el cetro mundial tras la dolorosa derrota de la pasada edición por 10 puntos. Sobre si esta ventaja ha sido suficiente para resarcirse de la pasada, dijo: "Con ganar vale, ojalá haber ganado 4 puntos seguidos al principio, pero al final ha sido emocionante".

"Seve seguro hubiera querido algo de emoción y aunque digamos que parece que cinco puntos no es mucho, ganar es ganar", comentó.

"Todos sabemos cómo estaba el tema, lo que estaba pasando y lo que podía pasar. Me seguía acordando de la Ryder de París, hoy era un poco diferente porque sabía lo importante que iba a ser ese medio punto para mí y para el público, porque el público cuando anima se oye y es una ola de positividad para todos", recordó.

El número 3 del ránking mundial, exnúmero 1, desveló cómo fue ese momento en el que se enteró que sería el primero en jugar.

"(No lo elegí) Me lo dijeron. Sería increíble ganar en el hoyo 15, pero todos contribuimos y es un honor que te elijan como primero. Te dan la oportunidad de liderar y te ponen en esa posición porque confían en que vayas a sacar el punto", apuntó.

Y, además, comentó el la imagen de (Scottie) Scheffler en lágrimas durante la jornada del sábado.

"Lo de llorar que no sienta mal, lo hizo Rory (McIlrioy) el año pasado e incluso yo mismo a principios de semana viendo videos que nos pusieron. Jugamos por mucho más que por nosotros mismos, y el hecho de que llorase es que le importa", desgranó.

"Y las batallas que hemos tenido, hemos empatado pero imagino que ha sido un partido bonito de ver porque los segundos nueve hoyos han sido muy divertidos para ver, para jugar no porque ha sido muy estresante", puntualizó entre risas

"Ahora a celebrar y ya os veré en España", comentó. Aunque no será de los que más aguante en la celebración.

"Seré de los primeros en irme a la cama. De cara a la fiesta, el estereotipo español yo no lo cumplo. Ahí fallo, a mis amigos de Bilbao les encanta estar hasta las 7 de la mañana y yo soy más de irme a dormir y despertarme a las 7. O no me acordaré de lo que ha pasado o me iré a la cama pronto", sentenció, también entre risas.