Una liga en la Champions
La UEFA iba a aplicar a su liguilla de la Champions el sistema suizo que se emplea en el ajedrez, pero en el último momento le dio un ataque de sensatez y evitó meterse en muchos líos –desde la poca antelación en los señalamientos de cada jornada a la posibilidad de que se especulara con los resultados, por el exceso de jornadas (8) para tan pocos equipos (36)–. Y la fórmula aprobada parece convincente: ocho rivales distintos y de distinto nivel para cada equipo y, no menos importante, una clasificación única, que garantiza que nadie se relaje en ningún momento –el puesto final cuenta para meterse directo en octavos y para tener mejor cruce–. Más partidos atractivos y más en juego en cada jornada. No se podrá negar esta vez que la UEFA intenta darle más gancho a su competición reina. A ver cómo funciona la primera Champions que, por fin, se va a parecer un poco a una verdadera liga europea.