Lyndie Tchaptchet: "Me gustaría jugar en la selección con mi hermana Lysa"RFEBM
Lyndie Tchaptchet es una de las jugadoras con mayor proyección del panorama balonmanístico. Con sólo 19 años, la pivote navarra acaba de disputar su primera gran competición internacional con la selección absoluta, el Europeo de Hungría, Suiza y Austria que aún está en juego, y aunque a nivel personal ha supuesto una “experiencia inolvidable”, en lo colectivo no ha sido tan gratificante. Al menos en cuanto a resultado. Y es que las Guerreras fueron eliminadas en la primera fase, tras caer en un mal partido ante Polonia, pese a que los dos encuentros anteriores contra Portugal y Francia dejaron buen sabor de boca. Un desenlace demasiado prematuro quizás pero que podía entrar dentro de lo previsible, ya que España acudía a la cita con un equipo muy remodelado, con jugadoras muy jóvenes y que, en muchos casos, carecían de este tipo de experiencias.
Las Guerreras están en pleno proceso de transformación. De configuración de un grupo al que el técnico Ambros Martín tiene que darle una personalidad y para ello ha apostado por introducir caras nuevas, como la de Lyndie Tchaptchet. La jugadora, formada en la cantera del Beti Onak, con el que debutó en la máxima categoría del balonmano antes de fichar por el Super Amara Bera Bera –con el que cumple ahora su segunda temporada–, es un portento físico –mide 1,85 m–, algo que le ayuda a manejarse a la perfección en los seis metros. Habitual en las categorías inferiores de la selección, esta vez ha dado el salto a la absoluta, compartiendo posición con Eli Cesáreo (Costa del Sol Málaga) y con Kaba Gassama (SG BBM Bietigheim).
“Todo el mundo sabía que somos un equipo nuevo y las expectativas no estaban muy altas”
Lyndie Tchaptchet
. Jugadora del Bera Bera y de la selección
Con perspectiva, varios días después de la eliminación, Tchaptchet extrae sin embargo conclusiones positivas. “Las sensaciones son muy buenas, la verdad. Todo el mundo sabía que éramos un equipo muy nuevo, poco experimentado, que nos habíamos juntado muy pocas veces, y las expectativas no estaban muy altas. El equipo compitió, lo dio todo sobre la pista y creo que eso se vio”, resalta.
España comenzó el campeonato con esperanza. Venció 30-24 a Portugal en el primer partido, un triunfo que invitó al optimismo. En el segundo choque, ante Francia, perdió por 24-22, si bien peleó y plantó cara a una de las grandes selecciones continentales. El varapalo vino con Polonia, contra la que cayó por 26-23, lo que supuso la despedida del torneo. “Mordíamos a quien se nos ponía enfrente, ya fuese una jugadora de Francia o de cualquier otro equipo. Ese es el camino y habrá que seguir para recorrerlo”, advierte.
Porque si algo tiene claro Lyndie Tchaptchet es que este equipo necesita tiempo y paciencia. “Tiene mucho recorrido. El proyecto es a 2029 y de aquí a cinco años las cosas pueden cambiar un montón. Ambros lo que quería era gente implicada, que pudiera venir a la selección. Ojalá ese gen guerrero que tanto ha caracterizado a España se vuelva a conseguir en estos cinco años de proyecto”, confía.
Un “sueño”
Tchaptchet ha conseguido con este Europeo cumplir “un sueño”. El de estar en una cita continental de las importantes. Algo que no se esperaba “para nada”. “Justo en mi puesto, las jugadoras que hay son muy buenas. No tenía ni en mente de aquí a un par de años tocar la selección. Pero este proyecto es con jugadoras muy jóvenes y he tenido la suerte de que haya surgido una vez terminada mi etapa base. Así que muy contenta”, asegura.
La pivote navarra reconoce que Ambros Martín es un entrenador que le da “mucha confianza” y ella trata de responder a ese respaldo “dando lo mejor de mí”. Pero si en lo deportivo se siente feliz con la experiencia, en lo personal todavía más. “He llegado a compartir hotel con las mejores jugadoras de Europa. A muchas las he seguido desde pequeña. Bajar a desayunar y verlas, que te saluden y que incluso te pregunten por tu hermana es algo muy chulo”.
Porque Lyndie ha cogido esta vez en la selección el testigo de su hermana Lysa. Tras la eliminación europea pasó unos días con ella en Dinamarca, país en el que juega con la camiseta del Odense. Un club en el que “le tratan muy bien y donde está jugando a un nivel muy bueno, que eso es importante para ella. Está muy centrada en el equipo y sabe que tiene esa posibilidad de volver a la selección”.
De hecho, coincidir algún día con ella en las Guerreras es un bonito sueño que le gustaría cumplir. “Es algo de lo que hemos hablado. De qué sería jugar juntas. Me gustaría que pasara. Yo no sabía que llegaría a la absoluta tan pronto, así que ese sueño está quizás más cerca de lo que pensamos”.
Hasta que eso ocurra, ojalá, Lyndie Tchaptchet continúa trabajando al máximo. Ya se ha incorporado junto al resto de sus compañeras internacionales a los entrenamientos del Super Amara Bera Bera. Un equipo “muy distinto” al de la temporada pasada”, según reconoce, pero que poco a poco va “compitiendo mejor”. El objetivo, seguir creciendo en el conjunto donostiarra y continuar trabajando día a día para que Ambros Martín siga confiando en ella de cara al futuro.
AMISTOSO BERA BERA-BETI ONAK
lll Mañana a las 18.30 horas. El Replasa Beti Onak sigue preparándose durante el parón por el Europeo para llegar en unas condiciones óptimas a la reanudación liguera, que se producirá el 21 de diciembre en la pista del KH-7 Granollers. Mañana las de Miguel Etxeberria disputarán su segundo amistoso en el polideportivo de Zalla (Bizkaia), a las 18.30 horas, frente al Super Amara Bera Bera de Lyndie Tchaptchet. Un encuentro organizado por Kadagua Eskubaloia. En el primer amistoso, jugado en el Lizarreria de Estella-Lizarra, el Replasa Beti Onak se impuso por 26-20 al Zuazo.