madrid - Nerea Pena vivió ayer uno de los mejores días de su vida. La navarra cumplía 30 años y su regalo fue maravilloso: una final mundialista. “No se me va a olvidar este cumpleaños en mi vida. Me lo voy a enmarcar, como este regalo, ninguno. Ha sido un partidazo”, aseguró.

Sus compañeras le dieron una sorpresa de par de mañana, en su habitación, y posteriormente al encuentro le obsequiaron con una tarta de donuts. Pena estaba eufórica.

La jugadora de la selección española no dudó en destacar por encima incluso del resultado, la manera en la que se logró certificar la final. “No sólo ha sido el conseguir la victoria, sino el cómo la hemos conseguido. Creo que hemos sido súper superiores a ellas. Hemos hecho un partido prácticamente perfecto”, señaló. “Estamos celebrándolo como si hubiéramos ganado ya el Campeonato. Lo que hemos hecho hoy es impresionante, ésta era nuestra final, sabíamos que pasaba todo por este partido, no pensábamos en nada más”, añadió. - D.N./Efe