BARCELONA (23+17) Möller (1), Aleix Gómez (8,5p), Dolenec (6,2p), Fabregas (3), Palmarsson (2), Makuc (4) y Álex Pascual (2) -siete inicial-. También jugaron Pérez de Vargas (portero), Thiagus Petrus, Ariño (2), Langaro (3), Cindric (3), Diocou (2), Raúl Entrerríos (1) y Sorhaindo (3).

HELVETIA ANAITASUNA (12+11) Bols, Etxeberria (1), Meoki (2), Torriko (3,1p), Ander Izquierdo (2,1p), Fischer (1) y Ganuza (3) -siete inicial-. También jugaron Cancio, Gastón (1), Bazán (2), Edu Fernández (2), Aitor García, Dashko (2), Héctor González (1), Chocarro (3) y Del Arco.

Marcador cada cinco minutos 5-2, 11-3, 13-5, 14-6, 18-8 y 23-12 (descanso); 27-14, 30-15, 32-18, 33-19, 38-21 y 40-23 (final).

Árbitros Hoz Fernández y Riloba Pereda. Excluyeron a Thiagus Petrus y Dolenec por los locales; y a Aitor García, Ander Izquierdo, Héctor González y Bazán, por los visitantes.

Pabellón Palau Blaugrana. Sin público.

- No hubo opción. Ni concesión alguna. El Helvetia empezó con mal pie ayer la segunda vuelta de la Liga Sacyr Asobal. Un retorno que ya de antemano se barruntaba difícil. En la pista del líder, ante el infranqueable Barcelona, y en condiciones mermadas tras haber superado buena parte de la plantilla el coronavirus. Y así fue. Anaitasuna saltó a la pista del Palau con todas las ganas de cuajar un buen partido, pero se estrelló contra el mejor equipo de la competición doméstica, capaz de jugar hace dos días Champions al más alto nivel y no perder un ápice de ritmo y fortaleza en su siguiente duelo.

El equipo de Xavi Pascual fue muy superior. De principio a fin. Sus hasta 17 goles de renta en varios lances del encuentro así lo corroboran. Pero si hay algo que no se puede achacar al conjunto de Quique Domínguez es que no lo intentara y planteara alternativas ante el vendaval azulgrana. Probó en el ataque con siete contra seis, sobre todo al inicio de la primera parte, con el riesgo que acarrea jugar con la portería vacía y más ante un rival como el Barça. No le fue demasiado bien. El gol de Palmarsson que hacía el 8-3 (m.7) obligaba al técnico gallego a pedir tiempo muerto para recomponer el esquema, ante un rival que exhibía poderío físico y acierto rematador.

Con apenas tiempo de preparación debido al brote de covid, y con los jugadores aún en proceso de alcanzar su mejor nivel, Quique Domínguez se vio obligado a rotar más su banquillo. Tras su pausa, sentó a Ander Izquierdo, Bols y Meoki -el de Doneztebe con más actividad ofensiva- y optó por Edu, Cancio y Del Arco, con Torriko como maestro en la dirección y un doble pivote con Bazán y Aitor García. El meta asturiano estuvo más acertado bajo los palos y dos intervenciones suyas fueron el revulsivo perfecto para que Ganuza a la contra y Héctor González acortaran. Sin embargo, y aunque Anaitasuna volvió a atacar con seis jugadores de campo -lo que propició algo más de fluidez-, el Barcelona seguía a lo suyo. Máxime con aportaciones como las de Raúl Entrerríos -que se lució con cada una de sus mágicas asistencias-; como la de Cindric desde el central; o la acertada de Möller en la portería. Con un 23-12 se llegaba al descanso y con mucho todavía por jugar.

En la segunda mitad, Anaitasuna lo intentó de nuevo con el 7/6 en ataque. El Barça sacó partido de este factor e incluso Möller se unía a la fiesta goleadora desde su campo. El equipo azulgrana no aflojaba, el esloveno Dolenec perforaba una y otra vez la portería navarra, y de nuevo Quique Domínguez paraba el partido (31-16, m.43).

Cancio retornaba otra vez bajo los palos en sustitución de Bols y el Helvetia lograba reducir levemente el marcador (32-19, m.46). La diferencia, sin embargo, era insalvable. Lejos de dar tregua, los de Xavi Pascual continuaron a lo suyo. Sin bajar el ritmo. El Hispano Aleix Gómez anotaba seis goles seguidos -tres de ellos de penalti-, mientras que Anaitasuna lo intentaba con Izquierdo, Dashko, Torriko y Fischer.

Al final, 40-23 ante el hueso más duro de roer de la Liga y a pensar ya en el próximo partido, el sábado ante el Valladolid, con una semana por delante para que la plantilla continúe recuperando su nivel.

19ª JORNADA

Helvetia Anaitasuna

CLASIFICACIÓN

Entrenador. Quique Domínguez aseguraba tras el partido que su rival, el Barcelona, había sido "muy superior" durante todo el tiempo y que imprimió "un ritmo muy alto" desde el inicio. "Nosotros hemos cometido algunos errores y les hemos permitido que la diferencia fuese muy amplia desde el comienzo", dijo el técnico del Helvetia. "Sabíamos que nos esperaba un partido difícil, de ritmo muy alto, y nosotros no llegábamos en las mejores condiciones. Hemos intentado buscar alternativas para paliar esa diferencia física y de plantilla, pero no nos han salido del todo bien. Por ejemplo, creo que el 7/6 no lo hemos jugado mal, pero hemos tenido errores de lanzamiento que ellos han aprovechado a la contra", valoró. Asimismo, Domínguez aseguró que algunos de sus jugadores finalizaron el choque "muy fatigados". "Ha habido que rotar más, por el ritmo al que somete el Barça y porque aún hay algunos que no están en su mejor forma", constató.