ochagavía - En una época en la que la tecnología marca el ciclismo con los potenciómetros y el uso del pinganillo, el británico Simon Carr dio ayer una auténtica lección de correr por sensa-ciones.

Y es que el del Aix en Provence, que atacó saltando a 20 kilómetros de meta, confesó tras vencer en el Alto de Muskilda que hasta que se encontró a Gerard Armillas pensaba que él mismo rodaba como cabeza de carrera.

“No sabía que tenía a un corredor delante hasta que a tres kilómetros para el final vi que tenía muy poca diferencia con Armillas y lo di todo para quedar primero”, reveló Carr, quien pudo levantar los brazos y celebrar el final de etapa en Muskilda, donde ganaron grandes corredores como Richard Carapaz en 2016, una llegada en alto que se le hizo muy larga a Armillas.

“Cuando llegué a su altura vi que estaba muy cansado”, destacó el británico, quien también sufrió el cansancio por el desnivel final por su ataque, en solitario durante 20 kilómetros, pero nada comparable con los más de 130 kilómetros que rodó en solitario el del Compak, que terminó siendo segundo -y líder de la general- a 1 minuto y 16 segundos de Carr, que subió con una expresión en el rostro muy diferente a la de sufrimiento.

“Es la sensación de haber ganado, con la adrenalina no se hace tan dura la etapa. En el pelotón se hace más dura”, afirmó el británico, que se lleva su primera victoria de la temporada tras un mes un poco complicado en el que los problemas físicos le hicieron venir mermado y sin posibilidades de luchar por su objetivo, la general.

“En un principio llegaba para luchar por la clasificación general, pero la semana pasada en la Ronde d’Isard estuve enfermo”, explicó Carr, que durante las dos primeras etapas estuvo “recuperando” las sensaciones para poder luchar por la victoria en la etapa de ayer.

“Era el recorrido que me convenía”, afirmó seguro, ya que es un escalador al que le vienen mejor los finales en alto, algo que le privó de poder luchar también por la victoria el miércoles. “Lo intenté, pero la montaña estaba lejos de la llegada. Hoy era el día”, concluyó Simon. - J.V.C.