Pamplona - Thibaut Pinot aprovechó ayer la gran labor de su equipo y su superioridad física respecto a sus rivales para imponerse en la cima del Tourmalet, meta de la decimocuarta etapa del Tour. Julian Alaphilippe sigue sorprendiendo y aguantó el ritmo de los mejores escaladores de la carrera. El maillot jaune fue segundo en línea de meta y, contra todo pronostico, rascó tiempo al segundo clasificado en la general, el galés Geraint Thomas, que cedió ante sus rivales en los últimos dos kilómetros de ascensión y mostró una debilidad nunca vista en el corredor del conjunto Ineos.

La batalla que se vivió en el Tourmalet estuvo precedida por la ascensión al Col del Soulor. Groupama-FDJ, que en ningún momento permitió una renta superior a los tres minutos para los 17 integrantes de la fuga inicial -con hombres de renombre como Vincenzo Nibali o Ilnur Zakarin-, puso un ritmo exigente en las primeras rampas del puerto de primera categoría. Ineos hizo amago de dominar el pelotón, pero fue Movistar Team, con un sobresaliente Andrey Amador, quien tensó las cuerdas del gran grupo y lo redujo hasta la treintena de corredores. Bardet, decepción francesa en la jornada de ayer, cedió en el primer puerto y sigue acumulando malas jornadas en este Tour de Francia. Adam Yates, líder del Mitchelton, mostró sus primeras debilidades a tres kilómetros de coronar. La colaboración de sus compañeros de equipo hizo que el británico comenzase el Tourmalet con los hombres más importantes de la carrera.

Con la escapada sin opciones de triunfo, Movistar descendió presto el puerto. Misma tónica que continuaron los hombres de Unzué en la subida al Tourmalet, en la que Yates volvió a ceder y entró en meta a 6:42 del ganador. Amador continuó su labor de forma encomiable y su teórico líder, Nairo Quintana, no pudo ante el empuje de sus propios compañeros de equipo a 10 kilómetros de meta. De nuevo, y tras un gran trabajo de todo el Movistar Team, el colombiano no estuvo a la altura de sus aspiraciones; entró a 3:23 de Pinot y dice adiós, un año más, a sus opciones de triunfo en París. Soler esperó a su líder y, juntos, intentaron frenar una hemorragia que desangraba ya la moral del colombiano y su afición.

La rendición de Quintana cambió la ascensión. Lotto-Jumbo para Kruijswijk y Groupama, de nuevo para Pinot, marcaron la pauta en la parte final de la subida. Richie Porte dio su brazo a torcer a algo más de 5 kilómetros para la meta y Enric Mas, mejor joven tras la contrarreloj de anteayer, perdió contacto con el grupo poco después. El australiano cedió en meta 2:05 y el mallorquín, 2:54, complicando así sus opciones en la clasificación general.

El envite de Buchmann dentro de los dos últimos kilómetros evidenció las carencias del actual vencedor de la carrera que, siempre en la parte trasera del grupo durante la subida, acabó por ceder 36 segundos en línea de meta. Thomas e Ineos siguen, a falta de una semana para llegar a París, lejos de su versión dominadora de años anteriores.

Con la mente puesta en el triunfo de etapa, se intercalaron ofensivas y parones entre los seis corredores que mejor aguantaron los 19 kilómetros de ascensión. Los cambios de ritmo dieron vida a Mikel Landa, sufridor en la parte final de la etapa, que logró salvar los muebles del conjunto navarro. 14 segundos de perdida en meta para el alavés, que se coloca ahora a las puertas del los diez primeros de la clasificación general.

Alaphilippe, que progresó en el último kilómetro con la intención de disputar la etapa en una nueva muestra de autoridad, no pudo con la fortaleza que mostró Thibaut Pinot. Sin un cambio de ritmo espectacular, el francés de Groupama-FDJ pudo, como gran líder de su equipo, encumbrarse en la cima más mítica de la historia del Tour, además de rascar seis segundos a sus más directos perseguidores.

La consistencia de Alaphilippe, que se sitúa ya como favorito real al triunfo en París y Pinot, que demostró ser el mejor escalador, al menos, en la jornada de ayer, hicieron disfrutar a la afición francesa, que vivió una jornada de éxtasis con sus ídolos en los primeros puestos de la carrera.

Mañana la etapa encadena tres puertos de primera categoría en el último tercio de jornada, lo que facilitará el espectáculo y la ofensiva de los hombres más capaces de la carrera.