- Fabinho es camaleónico. Le encanta cambiar su aspecto. Ser diferente. Ahora luce un color de pelo entre amarillo y verde fosforito, un look que no es nuevo para él. Sin embargo, más allá de la cuestión meramente estética, el jugador del Xota tiene una razón más sentimental para aparentar así: sus padres. Ellos le animan a teñirse con colores más estridentes ya que, de esa forma, pueden identificarle con mayor facilidad cuando, desde Brasil, ven jugar a su hijo por la televisión. Y en breve volverán a verlo sobre la pista.

Después de nueve meses de recuperación, Fabio Junior de Lima, o Fabinho Rocha (Chopinzinho, Brasil, 15/07/1999), está a punto de reaparecer. De enfundarse la camiseta de Osasuna Magna y sentir de nuevo el fútbol sala. El 28 de abril del pasado año, frente a ElPozo Murcia en Anaitasuna, el ala brasileño se rompió el ligamento cruzado anterior de su pierna derecha. Lesión que le obligó a pasar por el quirófano a principios de mayo. Ahora, después de una ardua rehabilitación, Fabinho regresa a las pistas. Si todo va bien, gozará de sus primeros minutos en el encuentro aplazado ante el Burela del próximo 2 de febrero.

"Han sido nueve meses de sufrimiento y de trabajo duro. Ahora ya toca disfrutar en la pista", se sincera el jugador del Xota. "Todo pasa por Imanol (Arregui), pero ojalá que ya el día 2 esté jugando otra vez. Debutando esta temporada y ayudando al equipo. Yo me encuentro bien y estoy muy feliz de entrenar con mis compañeros, aprovechando cada momento", añade.

La lesión -una de las más graves y tristemente habituales que puede padecer un deportista- se produjo con el brasileño en estado de gracia. Rendía a un gran nivel y firmaba goles importantes para su equipo. "Estaba en uno de mis mejores momentos", recuerda, con "Imanol dándome mucha confianza. Así me sentía". Cuando se rompió en aquel fatídico minuto 16 de partido, "fue algo inesperado. Me quedé sorprendido y muy triste", asegura. Repuesto ya del golpe, y después de haber trabajado " muy duro", el jugador de 22 años tiene claro que va a seguir dejándose la piel "para volver a ese mismo nivel".

El camino hasta la recuperación no ha sido agradable. Si ya de por sí enfrentarse a una lesión semejante conlleva una gran carga física y emocional, hacerlo lejos de la familia es más difícil todavía. "Al principio se te pasan muchas cosas por la cabeza. No quería hablar con mis padres sobre la lesión. Era muy duro. Estaban lejos y no quería preocuparles", explica. Con todo, reconoce que el apoyo de su familia y de su mujer Raffaella, que se encuentra en Brasil, ha sido fundamental para tirar hacia adelante. Al igual que el de sus compañeros de vestuario y del cuerpo técnico. Recuerda con especial cariño cuando, al principio de la lesión, sus por entonces compañeros de piso Jonathan Linhares y Wanderson -que ya no está en el Xota- le ayudaban en el día a día. "Ellos saben perfectamente por todo lo que yo he pasado. No ha sido fácil", insiste Fabinho, quien recuerda también el momento en el que ambos jugadores se marcharon a Brasil para las vacaciones y se quedó solo en Pamplona. En ese instante tuvo también el respaldo incondicional de integrantes del Xota como José Ángel Obanos, auxiliar del cuerpo técnico. "Me ayudó muchísimo. Siempre estaba conmigo".

Asimismo, si en su recuperación ha tenido a su lado a los fisioterapeutas del equipo, Luis Pelluz y Adonai Pérez, el brasileño quiere resaltar especialmente la ayuda brindada por el fisio de la Mutua Ander Zamora, quien ha sido "clave en mi recuperación".

El regreso de Fabinho a las pistas será sin duda una de las mejores noticias para un Osasuna Magna que intenta sortear todas las adversidades con las que se está encontrando esta temporada. El equipo de Irurtzun tiene en la enfermería a dos de sus piezas clave, Tony Escribano y Bynho. Lesiones, además, de larga duración. Es por ello que la vuelta del ala brasileño, junto con la de Aitor Irujo en la portería, será un bálsamo para un equipo que, pese a todo, está rindiendo a un nivel extraordinario. Ahora mismo es 10º en la clasificación con 16 puntos, si bien tiene aún pendientes tres partidos, aplazados en su día por el covid -Burela, Industrias Santa Coloma y Betis-. "Contra Santa Coloma podía haber jugado unos minutos, aunque aún no estaba al cien por cien", apunta.

El parón actual por el Europeo que se está disputando en los Países Bajos le ha venido de per las al brasileño para ultimar su puesta a punto. Mientras, sueña con el momento en el que pise la pista y sienta de nuevo las sensaciones del juego. "Ya me imagino metiendo un gol, celebrándolo con la afición. Sintiendo toda su energía. Eso no tiene precio. Es algo increíble". Sin duda, el regreso de Fabinho será el mejor fichaje del Xota para una apretada y exigente segunda vuelta.

"Me imagino ya metiendo un gol y celebrándolo con la afición. Sintiendo toda su energía. Eso no tiene precio"

Jugador de Osasuna Magna