Llegó Solari y dijo: “¿El plan para Melilla? Salir a jugar con dos cojones”. Y le cayó la del pulpo, porque qué es eso de apelar a la testiculina en el primer equipo del Real Madrid, ése que no solo debe ganar sino hacerlo jugando bien; y fíjate tú qué pasa cuando le dejas al equipo, aunque sea de manera tan provisional, a un entrenador de categorías inferiores, tan bastos y machistones ellos, que solo le ha faltado cagarse en algo. Y bla, bla, bla. Con lo fácil que era de traducir el mensaje a la plantilla: “Hola, panda de niñatos millonarios acomodados. ¿Vais a empezar a esforzaros un poco en esta temporada u os vais a seguir tocando los mismísimos, que ya os habéis cargado media Liga, ya habéis hecho el ridículo en un Clásico y ya habéis echado a un entrenador?”. Y parece que le hicieron caso en Melilla... Lo cual no quiere decir que no inicien, en cualquier momento, otro mes y medio de descanso activo, que ellos lo valen.