Bilbao -La cita del domingo en San Mamés no es una cualquiera para Ernesto Valverde (Viandar de la Vera, 9-II-1964), quien medirá la capacidad de reacción del Athletic, tras el tropiezo en Anoeta, como timonel de un Barcelona en horas altas. Líder de la liga con seis puntos de ventaja sobre el Atlético y ocho de margen respecto al Real Madrid, rival en una semifinal de Copa que se resolverá en el Santiago Bernabéu después del 1-1 registrado el miércoles en el partido de ida que albergó el Camp Nou, el conjunto culé mantiene intactas también sus aspiraciones en la Champions League, competición en la que los blaugranas pretenden dar un golpe en la mesa bajo las órdenes de un técnico que ha dejado una huella imborrable en el Athletic.

El Txingurri, no en vano, es el entrenador que más partidos ha dirigido en la historia del club rojiblanco con un total de 306, en los que cosechó 140 victorias, 68 empates y 98 derrotas. Su paso por el banquillo local de La Catedral, de donde se despidió al término de la temporada 2016-17 tras ganar la Supercopa en agosto de 2015 y brindar así un título a la parroquia bilbaina 31 años después, permanece vivo en la memoria de una afición con la que Valverde se reencontrará el domingo. Lo hará, con tres cruciales puntos en juego, en un choque en el que deberá decidir si dar vuelo a las rotaciones o apostar por su once de gala, a excepción del sancionado Jordi Alba.

La baja del lateral catalán obligará al de Viandar de la Vera a mantener en el once inicial a Nelson Semedo y reubicar en el carril izquierdo a Sergi Roberto, mientras que las alternativas se multiplican en el centro del campo y en la delantera. El chileno Arturo Vidal, con la intensidad y una innata capacidad de llegada desde segunda línea como principales virtudes, podría ser de la partida en San Mamés, donde el ya recuperado Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho, Malcom e incluso el recientemente incorporado Kevin-Prince Boateng aspiran a formar parte del tridente ofensivo.

El estado físico de Leo Messi y la decisión final en relación a su titularidad para hacer frente al Athletic se presentan como las principales incógnitas de un Barcelona que vive encantado con Valverde, quien no ha firmado aún su renovación en can Barça. El objetivo de la junta directiva comandada por Josep María Bartomeu no es otro que asegurarse la continuidad del Txingurri más allá del próximo 30 de junio, fecha en la que expira el contrato de un entrenador que se ha ganado el respeto del vestuario culé, hasta el punto de no haber sufrido incidente público alguno en su año y medio como jefe de la nave blaugrana.

Tras proclamarse campeón de liga y Copa en su primera campaña al frente del Barcelona, Valverde luce músculo en el banquillo del Camp Nou, donde nadie duda ya de su valía para dirigir a una auténtica constelación de estrellas. Su buena sintonía con Messi, así como con el núcleo duro de la plantilla blaugrana, es un hecho desde su aterrizaje en un equipo que visitará al Athletic con el objetivo de dar un golpe a la liga, habida cuenta del encuentro que medirá el sábado a Atlético y Real madrid en el Wanda Metropolitano.

Los números de valverde Para conseguirlo, el Barça deberá doblegar a los leones, reforzados anímica y deportivamente desde la llegada de Gaizka Garitano. A pesar de la derrota sufrida ante la Real Sociedad en Anoeta, los rojiblancos se mantienen invictos como locales en liga bajo la batuta del técnico derioztarra, con quien Valverde vivirá su particular duelo de entrenadores en la banda de San Mamés. Los números del Txingurri en sus visitas a La Catedral no son positivos, pues fue el pasado curso cuando el de Viandar de la Vera logró su primera victoria como entrenador visitante en Bilbao.

El 0-2 con el que tocó a su fin el choque liguero de la pasada campaña entre Athletic y Barcelona acabó con un maleficio que comenzó para Valverde en abril de 2007. Fue entonces cuando el actual preparador culé visitó por primera vez al conjunto rojiblanco como técnico, sufriendo una derrota por 2-1 con el Espanyol. Un año después, en Copa, firmó un 1-1 con el cuadro periquito, equipo con el que perdió esa temporada en liga (1-0). La misma suerte corrió el Txingurri en sus visitas en liga con el Villarreal en 2009 (3-2) y el Valencia en 2013 (1-0), dando forma así a una estadística sumamente adversa.

A día de hoy son cuatro derrotas, un empate y una sola victoria la que suma Valverde en sus visitas como técnico a San Mamés, siendo catorce los leones que permanecen en la plantilla rojiblanca respecto al último curso del Txingurri en Bilbao, donde regresa con la liga en juego.