P iqué tiene gracia cuando muestra su alivio porque el Real Madrid solo tenga secciones de fútbol y baloncesto, porque si tuviera más multiplicaría sus lloriqueos ante cada error arbitral. Es preocupante que últimamente Florentino esté en plan “Pues me pico, me voy y me llevo el balón, que es mío”, por supuesto con todos sus periodistas paniaguados haciéndole los coros. ¿Que el VAR se equivoca contra mí? Llamada a Rubiales y a Tebas para que jamás vuelva a suceder: los únicos errores admisibles son a mi favor. ¿Que una decisión arbitral en la Copa de baloncesto me ha perjudicado (la del rebote, claro, no la de no ver falta en la jugada anterior, cuando casi le arrancan la cabeza a Singleton)? Pues me voy de la ACB si no se crucifica a esos árbitros... Esto va más allá del mal perder o la falta de deportividad: es pura práctica mafiosa. Si lo hace tan descaradamente en el deporte, a la vista de todos, qué no hará en sus opacos negocios.