Pamplona - Jagoba Arrasate es un hombre que desprende tranquilidad. El entrenador de Osasuna, que consideró al Albacete, rival con el que se mide hoy el cuadro navarro en El Sadar, es el equipo “más difícil de batir”, destacó del duelo que es “precioso” y que el contexto es “maravilloso”. No hay presión, pero sí ilusión.

“A ver si somos capaces de vivir otra tarde mágica”, indicó y, recordó, que Osasuna está “peleando por un objetivo mayúsculo”, en referencia al ascenso a Primera División.

Sobre el rival, incidió en que es el conjunto que menos encuentros ha perdido de toda la Segunda división y que como visitante tiene unos números “buenísimos”.

Destacó de los albacetenses que son “un bloque muy sólido y difícil”, que cuenta con buenas individualidades que juegan “de memoria”, y que, en cualquier caso, es un conjunto “valiente, que aprieta muy bien y domina diferentes registros”.

Por tanto, apostó por que los suyos demuestren “su mejor versión” y por mejorar en la faceta defensiva respecto al último encuentro, ya que el cuadro navarro, dijo, “es consciente de que no hizo un buen partido”.

Además, indicó que lograr un triunfo hoy supondría “ganar a un rival directo, ponernos con 73 puntos y, prácticamente, tocarlo con las manos”, en referencia al ascenso.

En este sentido, afirmó que “el tema emocional cada vez es más importante y es algo con lo que un entrenador tiene que contar y buscar soluciones”.

Así, comentó que las alternativas que baraja para suplir esta ausencia en el centro del campo pueden ser Roberto Torres o Luis Perea, “como ya se ha hecho otras veces”.

Frente a ello, consideró una buena noticia la recuperación para este encuentro del extremo Rober Ibáñez, al superar unas molestias físicas que le impidieron jugar ante el Elche.

Finalmente, indicó que, aunque esta semana (al jugar el equipo este pasado lunes) ha servido “más para recuperar que para preparar”, que esta circunstancia no debe ser una excusa.

“El cansancio muchas veces suele ser mental y, en ese aspecto, estamos liberados”, afirmó para añadir que los jugadores están “deseando jugar en El Sadar con nuestra gente”.

Así, rechazó que la plantilla tenga ansiedad, y por el contrario, aseguró que hay “una tremenda ilusión”. - J.G.U/Efe