Liverpool - La historia, cíclica como ella sola, devolvió a un histórico Liverpool a su milagro de Estambul y rememoró las pesadillas de un Barcelona que volvió a visitar Roma un año después y que quedó eliminado de la Liga de Campeones en un naufragio para la posteridad.

Una ola en forma de You’ll Never Walk Alone recibió al Barcelona en Anfield. Esa fue la parte amable. La realidad a la que venían fueron los pitidos ensordecedores que les despertaron al sacar de centro.

Una tormenta que avisó al Barcelona y que le comprimió los músculos y le metió el miedo de 54.000 gargantas en el cuerpo. Cuando Jordi Alba perdió el balón que desembocó en el gol de Origi, no se sintió como algo extraño.

Parecía la parte escrita de un guión preparado de antemano en Anfield. Un Liverpool al que le daba igual no tener a Mohamed Salah ni Roberto Firmino, porque Origi y Shaqiri tomaban sus papeles entonados por la grada. Muy por encima de su nivel real quizás, muy al nivel del escenario.

Compugido y asustado y siempre con Roma en la mente, el Barcelona salió de la cueva, con un Messi buscado continuamente, para encontrarse con Alisson. El guión marcaba que la magia tenía que durar más, que el hechizo no se podía quebrar aún.

Por eso varios disparos de Messi desde la frontal se perdieron más allá de la madera británica. Por eso cada córner suponía que todo Anfield se pusiera de pie. Los amigos ya no existían y Suárez era increpado con cánticos de “que te den” y tildándole de tramposo.

En la guerra, los amigos se cuentan con los dedos y aunque el Liverpool se precipitaba en la búsqueda del segundo con un eléctrico Mané, el resultado aguantaba.

Solo se tambaleó el guión en los instantes finales de la primera parte, con un disparo raso y lejos de Messi y un mano a mano de Alba con Alisson que salvó el brasileño.

El plan siguió vivo y sufrió el giro de la lesión de Andy Robertson que trasladó a Milner al lateral izquierdo y sacó a Georginio Wijnaldum al medio.

El inicio del segundo tiempo superó el infierno del primero. Wijnaldum terminó por meter al Barça la pesadilla de Roma. El holandés remató un centro abajo de Alexander-Arnold y puso el 2-0. Anfield daba miedo. El holandés remató de cabeza un envío desde la izquierda y puso el 3-0. Anfield aterraba.

Las reminiscencias de la noche en el Olímpico romano ya eran fotografías en la mente de los jugadores blaugranas. El terror ya era un jugador más en las filas de los de Ernesto Valverde y, mientras se paseaba por el campo, dejó helados a los defensas, que se quedaron parados en un córner y permitieron que Origi, en una jugada inexplicable, anotase libre de marca.

Anfield era el epicentro del miedo mundial. Los cánticos a Origi se entremezclaban con las caras de los blaugranas, incrédulos.

El Liverpool se marchaba 4-0 en el marcador. El Barcelona se entretenía tocando en la frontal. No estaba un Iniesta que lo arreglara. Messi no aparecía. El tiempo se agotaba y The Kop enloquecía.

El pitido final lo confirmó. Anfield era el centro de la alegría mundial para un Liverpool histórico. Habían logrado el imposible, habían devuelto al Barcelona a Roma, rescatado Estambul y estarán en la final del próximo 1 de junio en el Wanda Metropolitano. El Barça no mereció mayor premio y tal vez sí que pudo llevarse un peor castigo. Siniestro total.

OTRO PALO El presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, no dudó en calificar de "otra noche nefasta" la eliminación del conjunto azulgrana en la Liga de Campeones ante el Liverpool, que comparó con la sufrida el pasado año ante el Roma.

"Otro palo. Ya tuvimos el año pasado uno contra la Roma. Es muy difícil de explicar por qué el año pasado perdimos con la Roma en un partido que nos metía en las semis y hoy también. No hay explicación, un segundo año una noche nefasta", señaló Bartomeu en declaraciones a Movistar.

En este sentido, el presidente barcelonista aseguró que prefería no buscar "en caliente" explicaciones a la eliminación, tras los tres goles de ventaja que dejó escapar el conjunto azulgrana en el partido de vuelta.

"Habrá muchas, pero ahora en caliente prefiero no dar explicaciones. Ya habrá tiempo para reflexionar. Ahora tenemos una final de la Copa del Rey en las próximas semanas, ya lo hablaremos y tendremos tiempo para reflexionar", indicó Bartomeu.

Bartomeu no encontró explicación tampoco al cuarto gol del Liverpool, que decantó definitivamente la eliminatoria del equipo inglés y que llegó como consecuencia de un fallo colectivo de la defensa barcelonista.

"No la verdad es que no. Seguramente por sorpresa, había un cierto despiste, la verdad es que no lo sé, no he hablado con el entrenador ni con ningún jugador todavía, pero ese cuarto gol ha enfriado totalmente el ambiente del equipo", afirmó el presidente.

No obstante, Josep María Bartomeu, que pidió disculpas a los aficionados por la eliminación, insistió en la necesidad de "levantar el ánimo" para afrontar la final de la Copa del Rey que medirá al Barcelona con el Valencia.

"Ahora estamos todos muy calientes por la eliminación, pero hay que levantar al equipo, a los jugadores, a los técnicos, a todos, porque hay una final de la Copa del Rey con el Valencia en unas semanas y hay que intentar ir con todos los ánimos posibles, aunque hoy y mañana van a se días difíciles para todos", afirmó Bartomeu.

El presidente azulgrana no quiso tampoco valorar la alineación de Ernesto Valverde, que repitió el mismo once que ya utilizó en el partido de ida

"Es fácil decirlo ahora. Los técnicos han considerado una alineación y decide poner a los que están mejor. Hasta que nos han metido el tercer gol siempre había la opción de meter un gol, pero ha llegado el tercero y luego el cuarto", concluyó Bertomeu.

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LIVERPOOL Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson (Wijnaldum, m.46); Milner, Henderson, Fabinho; Mané, Origi (Gomez, m.85) y Shaqiri (Sturridge, m.90).

BARCELONA Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets, Vidal (Arthur, m.74), Rakitic (Malcom, m.80); Messi, Suárez y Coutinho.

Goles 1-0, m.7: Origi. 2-0, m. 54: Wijnaldum. 3-0, m.56: Wijnaldum. 4-0, m.79: Origi.

Árbitro Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Fabinho (m.11) y Matip (m.65), por parte del Liverpool; y a Busquets (m.45), Rakitic (m.52) y Semedo (m.75), por parte del Barcelona.

Estadio Anfield Road. Unos 54.000 espectadores.

Alisson, en Roma y Liverpool. Se da la casualidad de que en las dos últimas eliminaciones del Barcelona en la Liga de Campeones, el brasileño Alisson Becker era el portero del rival ante el que cayó el conjunto catalán. Ocurrió en Roma, donde el Barça perdió 3-0 para dilapidar el 4-1 que había logrado en la ida; y se repitió ayer en Liverpool, donde cayó 4-0 para hacer inservible el 3-0 del Camp Nou hace una semana.

Messi, pichichi del torneo. Pese a que ayer no marcó y pese a que el Barcelona fue eliminado, Messi va a terminar como el máximo goleador de la presente edición de la Liga de Campeones. El argentino ha metido 12 goles, por los 8 de Lewandowski (Bayern), su más inmediato perseguidor, y Tadic (Ajax), tercero.

GOLEADORES

Leo Messi (Barcelona)12

Robert Lewandowski (Bayern)8

Dusan Tadic (Ajax)6

Moussa Marega (Oporto)6

Cristiano Ronaldo (Juventus)6

Sergio Agüero (Manchester City)6

Paulo Dybala (Juventus)5

Edin Dzeko (Roma)5

Neymar (PSG)5

Raheem Sterling (Manchester City)5

Andrej Kramaric (Hoffenheim)5

Harry Kane (Tottenham)5

Sadio Mané (Liverpool)4

Roberto Firmino (Liverpool)4

Mohamed Salah (Liverpool)4

Son Heung-Min (Tottenham)4

Mauro Icardi (Inter de Milán)4

Raphael Guerreiro (Dortmund)4

Karim Benzema (Real Madrid)4

2 finales consecutivas para el liverpool

Con la espectacular remontada que protagonizó ayer, el Liverpool se clasificó para la que será su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones. En la del año pasado perdió 3-1 ante el Real Madrid y ahora espera rival, Ajax o Tottenham, para la que disputará el próximo 1 de junio en el Wanda Metropolitano.

5 años de dominio de Real Madrid y Barcelona

Por primera vez en cinco años no habrá ningún equipo español en la final de la Liga de Campeones. Desde que el Bayern ganase la final alemana al Dortmund en 2013, España había sido la dominadora con los siguientes cinco títulos: cuatro del Real Madrid (2014, 2016, 2017 y 2018) y una del Barcelona (2015), con el añadido de dos finales plenamente españolas entre Real Madrid y Atlético en 2014 y 2016.