pamplona - Natalia Astráin pasó en la primera quincena de julio por Pamplona para disfrutar de los Sanfermines y de las vacaciones antes de iniciar un nuevo reto en el filial de uno de los nueve equipos profesionales de EEUU.

¿Qué supone este nuevo paso en su trayectoria deportiva?

-Estoy contenta porque llevo año y medio en Houston y el salto es bueno. Voy a uno de los nueve clubes que tienen equipo profesional. Me gusta entrenar en el fútbol formativo, pero también me gusta ese enlace con el fútbol profesional que supone entrenar al equipo filial, porque estás en contacto con el equipo profesional. Es un club que lo está haciendo muy bien. El equipo masculino ganó la Copa y tiene buen nombre.

El cambio de equipo no conlleva un traslado de ciudad.

-Eso es. Esto me permite dar un salto cualitativo sin cambiar de ciudad. Allí todas las distancias son enormes y ahora que estoy adaptada, estoy contenta de seguir en Houston.

Tras dos años en EEUU, ¿esperaba la victoria de la selección en el Mundial?

-Sí. Era muy favorita. La Federación me invitó una semana en junio para trabajar con la selección sub-17 femenina, que está preparando el Mundial del año que viene. De hecho vienen a jugar en septiembre amistosos a España. Fue una experiencia buena, porque me dejaron llevar sesiones de entrenamiento. Estuve como segunda entrenadora, assistant coach. Creo que ha sido la experiencia más importante de mi carrera deportiva, porque trabajar con la Federación de EEUU es algo muy grande. Ves otras formas de trabajar, cómo entienden el fútbol, cómo organizan desde el primer equipo a la base, así que al ver el Mundial podía entender mejor el trabajo de la base. Están haciendo una apuesta muy grande ahora para ser más competitivos en categorías inferiores. Así me lo trasladaron y están abiertos a otras formas de entrenar, porque quieren mejorar. Fue una experiencia enriquecedora.

¿Ve lejos a la selección de España de EEUU?

-El partido España-EEUU fue muy especial para mí, porque he trabajado en los dos sitios. España ha dado la sorpresa más para la gente externa que para los que hemos visto la evolución del fútbol en España. Se está trabajando muy bien desde hace tiempo, las categorías inferiores están consiguiendo títulos internaciones y lo que faltaba era ese último paso a nivel de la selección absoluta. La pena es que el cruce de octavos fue con EEUU, que es la mejor selección. Pero la imagen que dio España fue muy positiva. Creo que EEUU está por encima por tema físico, por cómo entienden allá el soccer. La mentalidad competitiva y deportiva que tienen es diferente no sólo a España, sino a toda Europa. Quizá los países nórdicos están más cerca de esa manera de trabajar, pero el resto de Europa trabaja a otro nivel. Son muy diferentes.

¿Dónde reside la diferencia?

-Allá todas las chicas juegan a fútbol, es el deporte por excelencia desde pequeñas. Aparte compiten muchísimo, están más acostumbradas a esa mentalidad ganadora. Ellas no entienden como arrogancia el 13-0 a Tailandia. Ellas van a competir, no lo entienden como falta de respeto. Son diferentes. Son muy competitivas. Es otra mentalidad. Las chicas a nivel psicológico están mejor preparadas, afrontan mejor la situación de partido por la mentalidad que tienen desde pequeñas. Es algo social y cultural. España tiene mucha calidad. Se está trabajando bien hace mucho, pero se nos está apoyando hace poco. Nos han faltado ayudas desde la Federación, desde los clubes... Para mí el punto de inflexión fue el Mundial de Canadá, cuando las chicas se plantaron para cambiar de seleccionador, y la aparición de la Liga Iberdrola. Tenemos que ser justos y decir que se está trabajando bien desde hace años, pero no se daba dinero ni visibilidad al fútbol femenino. Ahora todo está más profesionalizado y esto hace que se acelere más el proceso. Antes todo era más lento.

¿Cuál es el siguiente paso?

-Ahora estamos haciendo récord de llenar estadios, pero hace falta que sea algo constante y que el aficionado de fútbol femenino sea asiduo y vaya cada fin de semana.

EEUU y Holanda llegaron a la final dirigidos por entrenadoras.

- De los 20 equipos, sólo nueve tenían seleccionadora y dos han llegado a la final. Me alegré de que llegara Holanda, porque es un trabajo que está haciendo bien su seleccionadora desde hace años. Ahora el fútbol femenino tiene más dinero y entrenadores hombres que nos miraban con desprecio ahora se apuntan. Es muy positivo para mí y para el resto de entrenadoras que los dos equipos que llegaron a la final tuvieran seleccionadoras.

El Mundial ha roto barreras.

-Sí. Es mucho lo que ha supuesto en el tema reivindicativo, con figuras como Rapinoe y su lucha feminista, por la igualdad de salario equal pay, antirracista, antihomofóbica... Se ha puesto de manifiesto que las mujeres saben jugar a fútbol, y de qué manera. Y se ha utilizado esta plataforma de la visibilidad para luchar por nuestros derechos como mujeres deportistas. El impacto puede ser muy grande y estoy encantada de que figuras como Rapinoe se involucren en esto.

Ahora irrumpe el Real Madrid con equipo femenino.

-Siempre es positivo por la marca que es el Real Madrid. Pero el Real Madrid no es el salvador del fútbol femenino. El fútbol femenino ya había crecido sin el Real Madrid y lo estaba haciendo muy bien. Pero el Real Madrid es un mega negocio y todo lo que toca es positivo para la repercusión mediática. De todos modos, creo que comprar un equipo no es la mejor forma de entrar. Los románticos del fútbol femenino hemos luchado con los equipos por ascender categorías (ella ascendió al Barça a Primera). Me hubiera gustado que la apuesta hubiera sido antes y de otra forma, pero también te digo que bienvenido sea. Me gusta el paso de entrar en 2020. En EEUU siempre me han preguntado por qué el Real Madrid no tiene equipo femenino. Lo que va a generar el Real Madrid va a ser algo muy grande.