Pamplona - Si la cara positiva de Osasuna está siendo la parcela defensiva, la menos buena está siendo en ataque. Que no mala, ojo, porque el equipo crea y provoca ocasiones de gol, pero el mayor problema en este inicio de temporada está siendo la definición. El equipo ha comenzado con la puntería un poco desviada.

Y eso que los rojillos comenzaron exprimiendo casa ocasión como si fuera oro. En Leganés tuvieron una y consiguieron un gol con apenas dos disparos a portería. El Chimy enganchó una desde la frontal del área y realizó el primer saludo militar para celebrar su gol.

Paradójicamente este encuentro, que ha sido el que peor ha jugado Osasuna es el único que ha ganado. El nivel de juego del equipo ha ido creciendo y así lo muestran sus números. Contra el Eibar las ocasiones fueron tres y solamente un excelso paradón de Dmitrovic evitó la primera victoria en El Sadar. Luego llegó el encuentro contra el Barcelona, donde volvieron los goles. Osasuna disparó cuatro veces entre los tres palos y cinco fuera pero consiguió dos goles que no fueron más por algunas intervenciones del meta blaugrana Ter Stegen.

Los dos mejores partidos Da la circunstancia que cuando el nivel de Osasuna ha crecido y, por tanto, sus ocasiones, es cuando se ha acabado la clarividencia para marcar goles. Hay que recordar que el sistema ofensivo de Osasuna es muy móvil y permite que sus jugadores de segunda línea sean indispensables a la hora de terminar los ataques. Por ello, la ausencia de gol no es achacable a un solo jugador, aunque el Chimy Ávila, referente en ataque de los rojillos, estuviese el viernes “rabioso por que no le están entrando”, según confesó Jagoba Arrasate, otros jugadores también están gozando de ocasiones y, por falta de acierto o por grandes intervenciones de los porteros, se han quedado con la miel en los labios y no han podido celebrar nada más que cuatro goles: uno contra el Leganés, dos contra el Barcelona y el último contra el Valladolid.

Pero la realidad es que Osasuna está en el buen camino. Los rojillos han aumentado exponencialmente sus ocasiones por partido. Según los datos, si contra el Leganés solamente hubo una ocasión, contra el Betis fueron ocho. Así, el gol es cuestión de tiempo. Además, la calidad delante de la portería de jugadores como el propio Chimy, Brandon, Cardona o de otros que están jugando menos como Adrián o Villar es indudable. Todos estos sumados a los Rubén García, Roberto Torres, Rober Ibáñez y demás jugadores del centro del campo que ya han demostrado sobradamente tener mucho gol en sus botas.

Así pues, Osasuna no tiene mucho de lo que preocuparse, aunque sí que queda mal sabor de boca en el aspecto de que los rojillos podían haber acumulado algún punto más de haber conseguido. Pero el camino a seguir está marcado y ahora a los rojillos solamente les queda quitarse del medio esta mala racha para poder complementar los buenos partidos con victorias, algo que les servirá para ir cogiendo sensaciones y cierto colchón para intentar tener si llega algún momento de bajón. - J.G.U.