Una cita que se atribuye a varios pensadores alemanes del año de la pana, desde Schelling a Schopenhauer, pasando por Goethe: “La arquitectura es música congelada”. Iba a pegarme el mocazo de que leo a menudo a los tres, pero lo cierto es que me la encontré en un pasatiempo de un Quiz (cómo no, en verano). Y, a lo que vamos, mola la frase (en otras versiones traducen “música petrificada”), pero nos plantea una duda: ¿qué tipo de música? Por ejemplo, ahora que están remodelando El Sadar, es legítimo preguntarse si vamos a ver en él un evidente Somos un equipo valiente y luchador, o un Dicen que estamos locos... o, al menos, un Riau-riau, que lo poco que tiene de fútbol lo compensa de sobra con lo mucho que aporta de sentimiento. Al Sadar le cambian la cara, que iba siendo hora, y los socios eligieron ese Muro Rojo como música congelada. A ver si todos esos djs (¿qué tenía de malo el término pinchadiscos?) han acertado.