Una evidencia: el mundillo de los aficionados a casi todos los deportes se divide entre la minoría que ama el rugby y la mayoría que mira esa cosa con el mismo desapego que suelen provocar el polo, el cricket o el pentatlón moderno, y ve solo rudeza y cree que su clave es la fuerza bruta. El caso es que se está jugando la Copa del Mundo, y triste favor le hace a la implantación de este deporte en España que únicamente se pueda ver en un canal de pago, porque está siendo tan interesante y espectacular como cabía esperar, y eso que aún faltan días para llegar a las rondas decisivas y los grandes duelos. Por todo ello, solo nos cabe recomendar a los pasotas del rugby que le den una nueva oportunidad, porque suelen bastar unos minutos de prestarle atención para comenzar a disfrutar y a celebrar una jugada a la mano de Inglaterra, un ensayo de fuerza de Gales o una cabalgada impecable de un neozelandés.