La famosa frase de Jethro Tull -“Demasiado viejo para el rock and roll, demasiado joven para morir” (famosa la frase, porque el disco es de los flojitos del grupo, por comparación)- nos viene a la cabeza al oír a Imanol Arregui, técnico de Osasuna Magna, decir: “Para lo único que soy joven es para ser entrenador”, cuando asegura que algún año aceptará alguna de las ofertas que suelen llegarle para entrenar a otros equipos, después de ¡19 años! al frente del conjunto navarro. Y es que está bien eso de sentirse capaz de cambiar, de jugársela, de volver a empezar una vida nueva en un proyecto nuevo en una ciudad nueva. No es que queramos animarle a descabezar al Xota, que le va muy bien con él, sino constatar que ésa es la clave para seguir siendo un buen entrenador: empezar cada temporada -aunque sea en el mismo equipo- como si fuera la primera y se partiera de cero. Se llama ilusión y es, en efecto, un atributo de las almas jóvenes.