El colegiado Francisco Huamán Tenorio arbitró el pasado miércoles el partido amistoso entre el CD Cortes y el CD Peña Azagresa. Esta circunstancia no hubiera tenido más transcencia si no fuera porque lo hizo asistido en las bandas por sus hijos, también colegiados, José Huamán Martel y Gonzalo Efraín Huamán Martel.

Según informaba la Federación Navarra de Fútbol en su web, se trata de la primera vez que un trio arbitral está compuesto por miembros de una misma familia. Los tres pertenecen al Comité Navarro de árbitros y los tres están incluidos en categoría regional.

Francisco recibió la designación por parte del Comité Técnico de Árbitros y, según relata al Federación, la sorpresa llegó al leer el nombre de los colegiados que le iban a acompañar: "No me lo podía creer, porque para mí era un sueño hecho realidad. Imagínese, pitar con mis hijos. Pero para ellos también fue muy especial. El pequeño, Gonzalo, saltaba de alegría en el salón de casa. José está estudiando fuera y se lo dije por teléfono. Enseguida cogió el autobús y se plantó en casa. Para los tres ha sido una experiencia muy emocionante".

Los días previso al partido los vivieron con nerviosismo pero llegado el día del partido el panorama cambió: "Cuando saltamos al campo cambiamos el chip y nos pusimos a lo que nos correspondía. Tengo que reconocer que para mí fue una situación más extraña que si hubiese arbitrado con un compañero. Pero, sin duda, me gustaría repetir". La Federación aclara, no obstante, que para que el trio pueda volver a arbitrar en un partido oficial, uno de ellos debería ascender a Preferente.

Francisco lleva desde 2012 arbitrando y sus hijos comenzaron la pasada temporada: "Les veo que están trabajando mucho y que se esfuerzan. Pero, sin duda, lo más importante es que les gusta y le dedican muchas horas. Seguro que seguirán avanzando", explica orgulloso sobres sus hijos, José, de 19 años, y Gonzalo, de 16.

Es el pequeño el que relata el momento: "Me sorprendió mucho, porque no me esperaba algo así. Fue muy bonito arbitrar con mi padre y con mi hermano. Es algo más que me ha dado esta profesión que tanto me gusta. En cuanto al partido fue bien, estuvimos muy serios". Curiosamente, fue la madre de los jóvenes colegiados quien vivió la feliz casualidad con más nervios, quizás porque no pudo asistir: "No pudo venir a vernos porque trabajaba, pero estuvo muy pendiente de todo".

Francisco hace una defensa cerrada de su labor y de la de sus hijos en el mundo de fútbol. "Nosotros hacemos lo que nos gusta y encima nos lo han recompensado con este regalo. El arbitraje te emociona y te satisface. Por eso, si te gusta arbitrar, yo siempre animo a los jóvenes a que se apunten y se hagan árbitros". Además, destaca otros valores de su labor como árbitro. "Tengo 48 años y llevo 15 años viviendo en Pamplona. Soy peruano. A través del arbitraje he conocido a mucha gente del mundo del fútbol. Personas buenas que nos han apoyado mucho. Para mí arbitrar también ha sido una forma de integrarme en la sociedad".