Izarra Iricibar, Eneko (M. Yoldi, m.55), Arroyo, Cabrera, Losantos (Oli, m.84), Hinojosa, Laborda (Basterra, m.84), Gómez (Larrosa, m.65), Parra, Sergio Sánchez (M. Yoldi, m. 55), Galarza,

Mutilvera Valencia, Aldave, Sebas, Mahugo, Ibáñez, Barace, Abaurrea (Ederra, m. 67 y Meoki, m.83), Briñol, Cisneros, López (Urrutia, m.87), Xiker (A. Yoldi, m. 50).

Goles 0-1 m.12, Abaurrea. 0-2. m.39, Abaurrea. 0-3. Barace, m.46. 0-4. m.89 Meoki.

Arbitro Valdés Díaz del colegio asturiano. Amonestó a los locales Sergio Sánchez, m.2; Hinojosa, m.40; Cabrera, m.63; J.Gómez, m.22, Parra, m. 74; Galarza, m.90 y a los visitantes López, m.55, Urrutia, m.84; Imanol, m.89 y A. Yoldi, m.90.

Estadio Merkatondoa con 200 socios entre el público.

- La Mutilvera endosó una dolorosa goleada a un Izarra que creía haber eliminado sus fantasmas tras la anterior victoria en casa contra el Ebro. Pero los fantasmas solo se habían ido, seguramente, amedrentados por el frío que acompañó la semana pasada a Filomena. Ayer volvieron y entraron por las bandas sin que nadie se diera cuenta de ello. Eso permitió que Abaurrea rematara por dos veces a la red y a Barace desperdiciar dos buenas ocasiones, un mano a mano que le sacó Iricibar y un balón que tiró fuera con toda la portería. Cuatro ocasiones claras, dos goles y el equipo de casa sin tirar a puerta en toda la primera parte. El público de Merkatondoa sintió que el partido de la semana pasada había sido un espejismo y desde luego que el Izarra no se había vacunado para afrontar esta dura realidad que le mostraron los de Mutilva.

Pero si la primera mitad fue contundente, la situación creció en crueldad cuando con dos minutos jugados de la segunda, Sergio Sánchez peinó hacia su portería un córner que había sacado Barace, como si el destino quisiera compensarle los errores anteriores. Un gol que fue como un golpe definitivo que dejó helado Merkatondoa y al Izarra a merced de la Mutilvera que se dedicó a mover el balón con criterio.

Pablo Álvarez intento cambiar de suerte el partido con un triple cambio en el que metió de golpe a Oli, Sola y Mikel Yoldi -que partió desde el banquillo como su hermano Asier lo hizo también en el contrario-. Nada cambió. El Izarra no encontró en ningún momento un resquicio ante un equipo que tiene un posicionamiento en el campo que explica claramente que su condición de novato poco tiene que ver con la experiencia que demuestran sus jugadores en el campo. Estrategia de equipo y comunicación entre los jugadores. Algo que faltó a los de Estella que siguen coqueteando con los fantasmas y con el juego helado