En Navarra, la figura de Miguel Ángel González Pavón consiguió ganarse el respeto de rivales y compañeros en los campos de fútbol durante los años 90. Sin embargo, la mejor asistencia que ha dado este centrocampista durante su carrera como jugador ha sido tener la admiración y el reconocimiento de su hijo Julen, que este fin de semana consiguió su primer hat trick con el Ardoi en la presente campaña.

"Fue un poco inesperado" se sincera Julen González Plazas, conocido en el mundillo del fútbol regional como Julen Pavón. "Sobre todo que fuesen tan rápidos", añade el ariete, en relación a los tres goles que anotó este fin de semana ante el Lourdes en El Pinar, sus primeros goles, no solamente en casa, sino con público en las gradas.

"Los dos primeros fueron dos tiros de fuera del área y el tercero llega de un rechace de un tiro de Anguas que me cae a mí al segundo palo, y la cruzo al otro palo del portero" rememora un Julen Pavón que honestamente reconoce que el Ardoi pidió la hora ante el Lourdes, a pesar de irse al descanso ganando por 4-1.

El Ardoi coqueteó con el descenso durante la pasada campaña, un rendimiento opuesto al que llevan mostrando en esta donde los pupilos de Íñigo Ardanaz sueñan, en palabras de Pavón, con "disputar, por qué no, un play off de ascenso a Segunda División B". El secreto reside en que el Ardoi "mantiene el bloque de la temporada pasada. Estamos todos muy comprometidos, vamos todos a fuego y salga el que salga va a cumplir. Estamos bastante motivados porque los resultados están viniendo de cara y reencontrarnos con la victoria después de la derrota en Cintruénigo, creo que nos ha dado ese plus para terminar esa primera liga en unas muy buenas condiciones", valora el atacante.

Julen Pavón posa con tres balones antes del entrenamiento de este lunes. Foto: Iñaki Porto

La figura paterna, una inspiración. Julen Pavón tiene en casa el espejo en el que verse reflejado. Su padre Miguel Ángel, que ahora entrena en las categorías inferiores del Txantrea, "ha sido el que siempre me ha dado guerra, el que no me ha dejado bajar los brazos y el que me ha insistido en que no tengo que bajar los brazos y es junto a mi madre los dos que más me han ayudado y sin ellos el partido del otro día no hubiera sido posible", señala.

Miguel Ángel González Pavón "jugó por muchos clubes, y lo bueno es que jugase en un club o en otro siempre se ganaba el respeto de sus compañeros, de rivales y nadie tiene un mal recuerdo de él. Todos los que me hablan sobre él me hablan muy bien y le halagan. Y yo, como su hijo es para sentirme orgulloso".

El ahora entrenador de juveniles en el Txantrea "jugó en el Txantrea con el ahora entrenador del Valencia, Javi Gracia y cuando suelo juntarme a Javi ya me suele decir cómo era mi padre, un jugador que llevaba la batuta en el medio campo, el ritmo del partido".

Arriba, de izquierda a derecha: Iñaki Sorbet, Fernando Laguria, Vicente Úriz, Rafa Yoldi, Javi Gracia, Mikel Gárriz. Abajo, de izquierda a derecha: Roberto Ayensa, Vicente Leandro, Miguel Ángel González Pavón, Crescencio Cuéllar, Miguel De León. Foto: cedida

Cuando los horarios se lo permiten, Miguel Ángel apoya a Julen desde la grada. Pendiente siempre del rendimiento de su hijo, Miguel Ángel "siempre me da la enhorabuena, pero es muy exigente conmigo y me motiva y me da ese plus para seguir para decir que con lo que he hecho hoy no me vale. También me corrige, que se lo agradezco porque es algo que me viene muy bien", explica Julen Pavón, que bromea añadiendo que con su padre no se cansa de "hablar de fútbol. Te podría decir mi madre que siempre que estamos juntos hablamos de fútbol. Es el tema principal".

El Ardoi tiene clara la receta para seguir en la misma dinámica que lo ha hecho hasta ahora. "La verdad que aprendimos del año pasado, que nos costaba entrar en los partidos. Ahora lo tenemos en cuenta y queremos intentar ponernos por delante para que el otro equipo tenga que remar", concluye un Julen Pavón que espera seguir anotando goles bajo la atenta mirada de su padre.