Las aglomeraciones del jueves en Lezama se han vuelto a repetir esta mañana en Zubieta. Miles de aficionados se han acercado este viernes a las inmediaciones del campo para despedir a la Real Sociedad en su partida hacia Sevilla para disputar este sábado contra el Ahtletic de Bilbao la final de la Copa del Rey. La Ertzaintza, en colaboración con el club donostiarra, había diseñado un fuerte dispositivo de seguridad para evitar que se repitiesen las aglomeraciones del jueves pero las imágenes han vuelto a ser las mismas.
Los simpatizantes de la Real Sociedad han hecho un pasillo al autobús del equipo siguiéndolo por las inmediaciones de Zubieta, sin que se respetasen las medidas de distancia social, y se han agolpado en los accesos al campo. La marea txuri-urdin también ha estado presente en torno al aeropuerto de Hondarribia desde primera hora de la mañana.
?? En los próximos días vamos a vivir momentos de gran intensidad. Os pedimos a todos los txuri urdin que en todo momento os comportéis respetando todas las medidas sanitarias vigentes. AUPA REAL!!! ??????#Gurekin | #AurreraReala pic.twitter.com/neX1W6eyM0
— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) April 1, 2021
El club donostiarra había pedido a través de sus perfiles en redes sociales a los aficionados que, en los próximos días en los que se van a "vivir momentos de gran intensidad", se comporten "en todo momento respetando todas las medidas sanitarias vigentes".
La Policía municipal de San Sebastián había planificado un dispositivo para evitar que la aglomeración prevista ante un llamamiento por parte de los aficionados fuera "la menor posible", según fuentes municipales. En el mismo también ha participado la seguridad privada de la Real, que ha vallado la zona para evitar que se invadiera la carretera y lo ha controlado con personal en el lugar.
La Ertzaintza desplegó un pequeño cordón policial para impedir una masificación de seguidores en el aeródromo. Los agentes, previsores de lo sucedido en Zubieta minutos antes, impidieron la entrada de parte de los hinchas txuri-urdin, lo que desató momentos de tensión entre realistas y ertzainas.
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