Representantes de Osasuna mantuvieron este martes una reunión con los agentes de Jon Moncayola en las dependencias de El Sadar de cara a la ampliación del contrato del centrocampista, que tiene todavía tres temporadas más como futbolista rojillo -hasta 2024-. El encuentro fue positivo ya que existe voluntad en las partes para oírse y, en la misma medida, plantear de esta forma la continuidad del jugador por más tiempo y en unas condiciones económicas más ventajosas.

Las condiciones que se plantean son las de un contrato largo -Moncayola tiene firmados tres años más, y se aumentarían en dos o tres campañas más-, con un considerable aumento en las percepciones -estaría entre los mejores pagados de la plantilla- y con una cláusula de rescisión asumible en el futuro por parte de otros clubes que permita al futbolista un progreso deportivo -ahí entra su crecimiento como jugador- y a Osasuna asegurarse una percepción económica importante -una cláusula por encima de los 20 millones de euros, una cifra cuantiosa en cualquier operación-. El club rojillo tiene también predisposición a combinar estas variantes, es decir, no va a haber cerrazón en algunos de estos aspectos, aunque el montante de la cláusula se presenta como un asunto de peso.

A pesar de que la negociación se anuncia larga -para la próxima semana se prevé algún nuevo encuentro-, desde Osasuna se contempla desde una perspectiva más optimista la negociación que hace sólo unos días. La apuesta del club por el futbolista es importante, y la respuesta de Moncayola ante el esfuerzo de la entidad por seguir contando con sus servicios expresa interés.

El futbolista de Garinoain (13 de mayo de 1998) afronta la participación en la Eurocopa sub 21 a partir de la próxima semana y tiene también en el horizonte su posible inclusión en los Juegos Olímpicos. Dos citas de primer nivel en las que demostrar tantos sus condiciones como su progresión. La apuesta de Osasuna por Jon Moncayola supone el sostenimiento del proyecto a partir de otro de los futbolistas emergentes que, además, tiene el plus de ser un jugador de la casa -en el mismo perfil de otro jugador más experto como el renovado David García-.

El club está trabajando fuerte y haciendo números por un jugador que tiene su cartel fuera y que puede incrementar todavía más con estas competiciones internacionales. Moncayola tiene una oferta en firme del Atalanta y es un objetico declarado del Athletic.

Futbolista solicitado expresamente por Marcelino, el nombre del jugador está encima de la mesa, pero desde el entorno del Athletic indican que no se ha realizado ningún planteamiento de cara a afrontar la contratación del jugador. La cláusula actual de Moncayola se sitúa en doce millones de euros, pero Osasuna parece haber ganado la delantera en cuanto a las contraprestaciones económicas que se le ofrecen siguiendo como rojillo y con la opción de tener la puerta abierta a una salida con una cláusula de rescisión óptima para todas las partes.

Hay uno menos. Osasuna no va a fichar a un portero para la próxima temporada. A pesar de la salida de Rubén Martínez, uno de los tres porteros con los que comenzó el curso el primer equipo, los técnicos no se plantean la contratación de los servicios de otro cancerbero para completar la plantilla. Sergio Herrera y Juan Pérez van a ser los dos metas principales, y el tercero será uno del filial -desde que Rubén se lesionara en diciembre la presencia más habitual con el primer equipo ha sido la de Iñaki Álvarez, aunque también Iván Martínez ha estado en los planes del entrenador-.