César Azpilicueta Tanco (Zizur Mayor, 28/8/1989) se incorpora a la selección con la Copa de Europa debajo del brazo. El máximo trofeo continental que no le cambia porque dice que tiene trayectoria como para digerir el éxito y, como siempre, ir ahora a la Eurocopa a sumar. Pero con galones, respeto y fama bien ganada.

Antes de empezar la entrevista con un atareado César Azpilicueta, el hombre de moda del fútbol estatal, recordamos que hace poco más de un año hablábamos de la pandemia, de la tunda que daba en la península y de la expectativa sobre la enfermedad en Londres, y que ahora toca charlar sobre otras cosas relacionadas con la vida, como el éxito, el reconocimiento, las sensaciones que siguen a la gloria deportiva. Lo bueno es que con César Azpilicueta la cercanía, la pausa del buen conversador, no cambia.

¿Se siente abrumado por las muestras de reconocimiento que está recibiendo estos días? ¿Parece que algunos le acaban de descubrir como jugador de primer nivel.

-La verdad que siempre me he sentido muy valorado, por la gente cercana a mí, por mi familia... Pero cuando se gana un trofeo de esta magnitud, es normal que se hable más y que se reciban elogios. Se agradecen ahora los elogios, pero siempre he estado muy valorado en mi club y tampoco he dado importancia a otras cosas.

Pero la realidad es que ahora está siendo considerado como un jugador top, incluso con importancia para la selección.

-Me siento en un buen estado de forma, con mucha confianza. Llego en otro estado de forma a esta convocatoria con la selección. En otras en las que he estado, quizás no he estado al nivel que quería. Voy a la Eurocopa con mucha ilusión. Aportar esa experiencia que he ido cogiendo en todos estos últimos años, que creo que es algo importante. Arrimar el hombro y ayudar al grupo.

¿También es ese el papel para el capitán de un equipo campeón de Europa o tiene un estatus con más protagonismo?

-La Champions se disfruta, todos los momentos que hemos vivido en lo deportivo, también lo que hemos disfrutado como grupo y como equipo en la celebración. Ahora llega el momento de la selección y se presenta como un nuevo desafío con todo lo que ello supone. Insisto en que llego en un estado de forma bueno y estoy muy agradecido al seleccionador porque me ha dado esta nueva oportunidad. Después de varios años sin ir, ahora me llega esta opción y ahora debo luchar y pelear para ganarme el puesto. Nunca me ha gustado mirar el pasado y siempre he mirado el futuro, ahora es la selección y dar lo máximo en lo que viene.

Estamos hablando de fútbol, pero también de sensaciones. ¿Cuáles son las de César Azpilicueta en estos momentos de éxito, elogios y emoción?

-Cuando el árbitro pitó el final del partido, la verdad es que vinieron todas las emociones. Los días anteriores también habían ido aumentando en emoción. En mi caso, era mi primera vez jugando la final de la Champions y quería ganarla, era un reto importante y añadido. A partir de ahí, de ganar la final, todo ha resultado muy emocionante... Ves los vídeos, las fotos y se te escapan las lágrimas al volver a verlo y recordar todo lo vivido en el partido y también en el equipo. Ya dije después del partido que se notaba la energía del grupo en el vestuario, que lo habíamos preparado muy bien. Es un orgullo ser capitán de este equipo.

“Los sueños se hacen realidad” es el encabezamiento de un vídeo de sus redes sociales en el que recuerda su trayectoria en el que, con el colofón de la Champions, también salen imágenes de su debut con Osasuna o en Tajonar. ¿Ya se han cumplido los sueños de Azpilicueta?

-De pequeño en mi casa veía los partidos de fútbol de la televisión y por supuesto veía también la finales de los torneos importantes, como la Champions. En ese momento, soñaba con jugar al fútbol y, si me iban las cosas bien, ganarme la vida como futbolista profesional. He ido poco a poco hasta que he conseguido ser profesional en estos catorce o quince años. Estuve en Osasuna once años, pasando por todas las categorías. Tres años en el primer equipo, dos en Marsella, en el Olympique, y ahora llevo muchos años en el Chelsea. He confiado siempre en mí mismo y he buscado hacer las cosas bien. No buscas una fama, sino a partir del trabajo llegar al éxito deportivo.

Usted jugaba en el equipo de su colegio, el San Cernin, y de ahí pasó a Osasuna. ¿Qué le dice a un niño que juega a la edad en la que empezó usted y que quizás comparta los mismo sueños e ilusiones que tuvo entonces?

-Ahora han cambiado mucho las cosas, las redes sociales, el paso del tiempo. El consejo es que disfrute de cada momento, que se lo pase bien con lo que está haciendo. He disfrutado cuando jugaba con mis amigos, disfrutaba también cuando jugaba en mi colegio. Tengo el recuerdo de disfrutar y de pasármelo bien siempre con un balón de por medio. En Osasuna me ocurría lo mismo y también ahora con el Chelsea y antes en Marsella. Veo ahora a padres y madres que fuerzan a sus niños y niñas a jugar. Cuando son pequeños deben pasarlo bien. Luego, cuando eres más mayor, adolescente, hay que tener fuerza de voluntad y eso es difícil de controlar. Cuando los amigos salen y tú debes quedarte en casa descansando, o debes ir a entrenar. La voluntad es muy importante. De todos modos, en el fútbol, como en otros deportes, entran muchos factores a la hora de que puedas llegar y de que te salgan las cosas bien.

En su caso, por ejemplo, tuvo una grave lesión de rodilla en su etapa en el Olympique y la superó.

-Me llegó en 2010, era muy joven. La tengo como un punto de inflexión en mi carrera. Fueron muchas horas de rehabilitación, de trabajo en solitario, pero ese tiempo me creó una serie de hábitos de trabajo, de rutinas para cuidarme más que he ido aplicando desde entonces en mi carrera.

Habla de un punto de inflexión, como lo fue la llegada de Mourinho al Chelsea en 2013 y la frase elogiosa que le dedicó: “Con once Azpilicuetas podríamos ganar la Champions”.

-Por supuesto que para mí supuso un gran paso en mi carrera. En esa temporada hubo una serie de cambios en mi posición, las cosas salieron bien y las palabras de Mourinho me llenaron de orgullo.

Es un jugador ahora todavía con más cartel y tiene su reclamo en el mercado. ¿En el Chelsea para siempre?

-Tengo contrato hasta 2022 y yo estoy muy contento en el club, ya lo saben.

¿Cuál es su objetivo con la selección?

-Yo voy con mucha ilusión. Creo que tenemos un buen equipo, sólido y con muy buenos jugadores. Por mi parte, como he hecho siempre, yo voy a aportar lo máximo. Tenemos una responsabilidad en este torneo y hay que hacer las cosas bien.