El brillante estreno de Italia en la Eurocopa, con una goleada 3-0 a Turquía en el estadio Olímpico de Roma, ha reavivado la pasión de la afición azzurra, que sueña con nuevas noches mágicas tras vivir cinco años de profunda involución.

Italia tocó fondo al ser eliminado en la fase de grupos de los Mundiales de 2010 y de 2014.

Los azzurri debieron reiventarse y lo hicieron de la mano de Roberto Mancini, quien, con humildad, despreocupación y a la vez intenso trabajo, aprovechó esa debacle deportiva para cambiar la mentalidad futbolística.

En tres años, Mancini ha lanzado a más de 35 jugadores como internacionales, se ha clasificado para la Eurocopa con pleno de 10 victorias, ha alcanzado la fase final de la Liga de Naciones UEFA, en la que será rival de España en semifinales, y ha forjado un equipo que el viernes aplastó a Turquía, que fue capaz de salir con cuatro puntos de un doble enfrentamiento con Francia en la fase de clasificación.