SEVILLA Bono; Jesús Navas (Montiel, m.65), Koundé, Diego Carlos, Acuña; Delaney (Lamela, m.57), Fernando, Óliver Torres (Munir, m.72); Suso (Jordán, m.57), Rafa Mir (En-Nesyri, m.57), Ocampos.

LILLE Grbic; Çelik, Fonte, Djaló, Reinildo Mandava; Ikoné, Renato Sanches (Onana, m.75), André, Bamba; Weah (Yazici, m.72), David (Xeka, m.86).

Goles 1-0, m.15: Ocampos. 1-1, m.43: David, de penalti. 1-2, m.51: Ikoné.

Árbitro István Kovács (Rumanía). Amonestó por parte local Delaney (m.42), En-Nesyri (m.60), al técnico Julen Lopetegui (m.61), Ocampos (m.89), Montiel (m.95) y Diego Carlos (m.96), y a los visitantes Bamba (m.78), Ikoné (m.79), André (m.87), Xeka (m.95), Grbic (m.96) y Yazici (m.97).

Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán; 35.000 espectadores.

- El Sevilla naufragó ayer en el Sánchez-Pizjuán y perdió ante el Lille en la cuarta jornada de la Champions, en la que aún no ha ganado y pasa a ser el colista del Grupo G, tras un pésimo partido en el que apenas creó ocasiones y se vio dominado por el vigente campeón francés, muy efectivo y que toma aire para pasar a los octavos.

En un partido muy gris del Sevilla, el Lille igualó el gol del argentino Lucas Ocampos, al cuarto de hora de juego y que luego se tornó en un espejismo, con el 1-1 de penalti del canadiense Jonathan David a dos minutos del descanso, preludio de un segundo tiempo en el que los franceses, más incisivos, remontaron con el 1-2 del omnipresente Jonahan Ikoné para complicarle mucho el objetivo al equipo español.

Era un duelo crucial para ambos para seguir con sus opciones intactas de pasar a los octavos, y más sabiendo que el Wolfsburgo, hasta ayer colista, le había ganado 2-1 al Salzburgo austriaco, aún líder con 7 puntos, con los alemanes ya con 5.

Con 1-2 en contra desde el minuto 51, Julen Lopetegui metío en el campo a Lamela junto con su compatriota Montiel por un lesionado Jesús Navas, En-Nesyri, Jordán y un poco más tarde Munir para cargar más pólvora todavía, pero sin ningún éxito ni criterio, pues el Lille, muy serio y fuerte físicamente, conservó su renta sin pasar ningún apuro para decepción de los sevillistas.