Pamplona - “Consternada por los resultados en USA te preguntas: ¿Qué es lo que pasa? Ser mujer no vende, ni convence. Y me vienen a la mente golazos cómo el de Jenni, o cada minuto de los entrenos con mi equipo, donde las jugadoras se dejan el alma, sabiendo que cuando el sueño del fútbol se acabe, tendrán que buscarse la forma de vivir. Admiro a las jugadoras por el hecho de luchar por aquello que aman, a pesar de las dificultades. Ojalá ellas consigan romper ese techo de cristal donde a muchas se les estampa y que llegue el día en que se valore lo preparada que estés, sin ningún género de dudas”. Estas son las palabras que Natalia Astrain escribió en Mundo Deportivo el día en que DIARIO DE NOTICIAS le entrevistó.

En la actualidad, la navarra es la segunda entrenadora del Atlético Féminas junto con Ángel Villacampa, además, de ser comentarista en Barça TV, y colaboradora en Mundo Deportivo. A Astrain le gusta luchar por la reivindicación del fútbol femenino y es una pionera ya que ha sido la primera mujer que se ha sacado el título completo de entrenador en España. Y es que la navarra sabe de lo que habla ya que a los 11 años estaba jugando y entrenando.

Aunque según Astrain no ha sido un camino fácil debido a las diferencias todavía existentes sobre el papel de la mujer como árbitro, ha sido jugadora del Lagunak, seleccionadora de la selección Navarra, entrenadora del Barça, y Levante Las Planas, y formó parte del cuerpo técnico del CF Damm, con quien logró el ascenso, formando parte del ambicioso proyecto del club cervecero por fomentar el fútbol femenino catalán.

¿Desde cuándo quiso ser entrenadora?

-Siempre me ha llamado mucho la atención saber de fútbol. En mi colegio, al principio, solo estábamos chicas, pero luego se hizo mixto. En cuanto llegaron los chicos pedí a la dirección del colegio a ver si podía dar clases a los más pequeños. Por lo que mi trayectoria deportiva se podría decir que nació ahí, a los 11 años. Realmente me gustaba mucho el fútbol, me iba a la biblioteca para cogerme libros para aprender a la vez que iba yo jugando. Y en cuanto me salió la oportunidad de sacarme los títulos de entrenadora decidí hacerlo.

Como jugadora estuvo 8 temporadas en Lagunak y después le llamaron para llevar la selección femenina de Navarra.

-Sí, fue una responsabilidad enorme para mí. También por eso decidí dejar de jugar a fútbol para que no fuera jugadora compartiendo vestuario con alguna jugadora y, a la vez, ser seleccionadora. Y aunque ambas cosas eran compatibles preferí aparcar el fútbol para tener el mismo rol con todo el mundo.

Eres la primera mujer con el título de entrenador en España.

-Sí, el de tercer nivel sí. Cada nivel te capacita para poder entrenar a diferentes categorías. Entonces, el primer nivel es juvenil; el segundo, es hasta Tercera División y Segunda B; y el tercero te capacita para poder entrenar a cualquier equipo, y también cualquier selección.

¿Le costó mucho sacar el título?

-No es que no fuera difícil, sino que cuando algo te gusta lo sacas. Tienes que hacer pruebas de campo, etc. Lo que sí que pasó alguna vez es que yo era la única chica en el grupo y a veces oía comentarios o veía cosas que te tocaban un poco la moral. Pero bueno, cuando sabes que te gusta, tiras con todo, cueste lo que cueste.

Al final eres una pionera...

-Sí, vas abriendo camino, en aquella época era más difícil que una chica sacara los títulos. Te tocaba encontrarte con todo tipo de gente, personas que te apoyaban y personas que no entendían que una mujer pudiera estar en el fútbol. Yo siempre digo que a las chicas que les gusta el fútbol, tanto como jugadora como entrenadora, tiene que gustarle de verdad porque tiene que superar unas adversidades muy grandes.

Empezó como entrenadora en Navarra.

-Sí, mi primer equipo fue el Bidezarra de chicos y lo compatibilicé con la selección navarra. Luego también entrené al Beti-Onak, y en el 2002 me fui al Barca, donde estuve 5 años.

Supongo que le habría hecho mucha ilusión que le llamaran desde la selección...

-Sí, porque era la forma de aportar esa ilusión al fútbol femenino para que se reconozca a la mujer dentro del fútbol.

Después se fue al Barça.

-Sí, estuve muy a gusto porque fue otra oportunidad increíble. Además coincidió en la época en la que el equipo femenino fue absorvido por lo que era el fútbol base, por lo tanto, cada semana hacíamos reuniones con todos los entrenadores de fútbol base masculino. Para mí era increíble, me reunía con personas que había visto en la tele, que les admiraba como por ejemplo Guillermo Amor o Unzué. Aprendí mucho de ellos, fue fantástico, como un máster a lo grande.

¿Por qué se fue del Barça?

-En el Barça fue la época que ocurrió el tema entre Laporta y Sandro Rosell, entonces hubo un poco de escisión en la directiva entre los que nos habíamos identificado con Rosell. En mi caso cuando se acabó mi contrato no me renovaron, a otros compañeros los echaron directamente. Pero, al final, es como una empresa, cuando llega una persona nueva pone a la gente que quiere. Pero a pesar de eso, fue una época muy buena.

Después de terminar el contrato, recaló en el Levante Las Planas.

-Es el Levante Las Planas de Catalunya, pero fue un paso bastante corto porque en diciembre el club decidió que no continuara.

Luego le salió un proyecto muy atractivo en el CF Damm.

-Sí, es un club histórico en Catalunya, solo tiene fútbol formativo, hasta juveniles de chicos. Luego los jugadores iban a otros equipos catalanes como el Espanyol o el Barça. En ese momento decidieron hacer un equipo femenino y por eso me llamaron. Era la primera vez que ese club sacaba un equipo femenino y estuve dos temporadas en categorías cadete-juvenil.

Hasta que le llamó el Atlético...

-Sí, yo seguía haciendo Campus cada verano con la escuela del Barça a la vez que comentaba los partidos de Barça TV. Tenía relación con el Atlético desde que era entrenadora del Barca. Y con el entrenador del Atlético de Madrid, Ángel Villacampa, también porque nos ayudábamos en lo que podíamos. Así que el pasado junio me llamó y me dijo que quería contar conmigo porque este año iban a hacer un proyecto profesional.

Una gran noticia su fichaje por el Atlético Féminas.

-Algo impresionante. El proyecto surgió al ganar el equipo la Copa de la Reina y al hacer una temporada muy buena. Lo que han hecho ha sido que el equipo sea absorbido también por el fútbol base y entonces hacerlo profesional que implica entrenar por la mañana, estar reconocido a nivel médico, de instalaciones, etc.

Ahora mismo estáis segundas, ¿qué objetivo tenéis esta temporada?

-Es un equipazo, continúan jugadoras que ya estaban y junto con los fichajes va a ser un conjunto muy competitivo. Estoy con mucha ilusión, y si ganamos la liga mejor.

¿Cómo ve actualmente el fútbol femenino?

-Ahora se reconoce un poco más. Parece que el fútbol femenino hubiera nacido ahora y no es así. Desde hace mucho tiempo la gente está trabajando muy bien y la implicación de las jugadoras, cobren o no cobren, es impecable. Ahora la liga ha entrado para hacernos más visibles, se nos ve mucho más con el tema de la televisión y, a veces, se consigue retransmitir cuatro partidos. También los medios están publicando más y sacan los resultados, las clasificaciones, etc.

¿Y el fútbol navarro?

-El que bajara el Lagunak fue un palo porque era un club histórico, de hecho, fue el primero que salió. El año pasado fue el 25 aniversario y nos juntamos todas, es una pena que haya bajado porque era un referente. Al igual que todo lo que ha pasado con Osasuna. Aunque ahora creo que con el proyecto Mulier lo están haciendo muy bien. Quizá no haya un apoyo tan grande como para que el fútbol femenino vuelva a estar como estaba, pero que estén haciendo proyectos desde abajo es muy importante para que también las administraciones les apoyen un poco más.

¿Qué consejo le daría a una mujer que quisiera ser entrenadora?

-La chica que juega a fútbol está mejor vista, pero la mujer que entrena no se ve tan bien. El paso siguiente debe ser trabajar que eso sea aceptado por la sociedad. A una mujer que entrenara le diría que, si realmente quiere hacerlo, sea perseverante ya que es un camino muy difícil pero que cuando se consigue es una profesión muy gratificante.