madrid - Fernando Alonso (Toyota Gazoo Racing), doble campeón del mundo de Fórmula 1, buscará certificar el triunfo en el Mundial de Resistencia en las 24 Horas de Le Mans (Francia), la última prueba de un certamen que lidera junto al suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima; y cuyo ensayo libre y la primera parte de la calificación se disputarán hoy.

Tras repetir el mes pasado el triunfo logrado hace un año en las Seis Horas de Spa-Francorchamps (Bélgica), el doble campeón mundial asturiano de F1 y sus compañeros lideran el WEC (siglas inglesas del campeonato) con 31 puntos de ventaja (160-129) sobre el otro Toyota TS050 Hybrid -el del argentino José María Pechito López, el inglés Mike Conway y el nipón Kamui Kobayashi-; por lo que a Alonso le bastaría con acabar séptimo en Le Mans para capturar el título.

Olvidada la pesadilla que en mayo le provocó de nuevo McLaren en la Motor Speedway de Indiana (EEUU), en la que no logró clasificarse para disputar las 500 Millas de Indianápolis -inicialmente, su gran objetivo del año-, donde un triunfo le hubiera hecho acreedor a la Triple Corona, Alonso podrá festejar un nuevo éxito en el circuito de La Sarthe, de 13,626 kilómetros.

Un éxito que podría ser doble, si, aparte de asegurarse el título Mundial, gana otra vez con sus compañeros la prueba que, junto a las Seis Horas de Spa, se repite en el calendario de la Súper-temporada 2018-19 del WEC, que llega a su fin el próximo domingo.

entrenamiento y sesiones A diferencia del resto de las pruebas del Mundial -de menor duración-, en las que hay tres entrenamientos libres y una calificación, en Le Mans, donde las previsiones meteorológicas apuntan a frecuentes lluvias; es justo lo contrario, con sesiones más largas, en las que también se rodará, obviamente, por la noche.

El entrenamiento libre, de cuatro horas, arrancará a las cuatro de la tarde de hoy, jornada en la que se disputará la primera de las tres sesiones de calificación -de 120 minutos-, a partir de las diez de la noche.

El jueves, tras otras dos sesiones de calificación de tarde y de noche- se conocerá la parrilla, que se decidirá con la media del mejor tiempo de dos de los tres pilotos de cada coche en cualquiera de las tres partes de la cronometrada principal. El viernes no habrá actividad en pista; y a las tres de la tarde del sábado arrancará la prueba, que concluirá el domingo a esa hora.

“Ellos necesitan que a nosotros nos pasen muchas cosas; y ninguna a ellos. Si intentamos copiar su carrera, estaremos seguros”, dijo, en referencia al otro Toyota y a sus posibilidades de asegurar el título mundial, Alonso, tras repetir triunfo en Spa, en mayo. Sin embargo, el genio astur no renunciará a volver a ganar la prueba de resistencia más antigua del mundo, que se disputa desde 1923; y que nadie ganó más veces (9) que el danés Tom Kristensen.

El doble campeón mundial asturiano -cuyo coche fue el más rápido en el último test, el 2 de junio, en Le Mans, donde el pasado domingo se efectuaron las verificaciones- logró hace un año, junto a Buemi y Nakajima, el primer triunfo en las 24 Horas de Le Mans para Toyota; a la que se le había escapado la victoria en 2016 de forma dramática. “Ganar el año pasado fue un 80 de alivio y otro 20 de alegría”, dijo.