Pamplona - Pamplona tenía hambre de baloncesto y así lo demostró ayer abarrotando el Navarra Arena para vivir el partido entre España y Lituania. Las colas eternas para entrar reflejaban las ganas de ver a los pupilos de Sergio Scariolo.

Las bajas que presentaban ambos equipos no fue un impedimento para que la gente se animase a disfrutar del encuentro. La importante aglomeración supuso algún que otro problema para entrar a tiempo.

Ya desde la llegada de los equipos se pudo apreciar el gran ambiente con más de un centenar de personas esperando para animar y ver a sus jugadores preferidos. De nuevo, como en el aeropuerto, Ricky, los Hernangómez y Llull fueron los más requeridos. Por parte de Lituania, Sabonis volvió a ser el más requerido. El padre, el hijo se quedó en Lituania.

El encuentro fue de tal calibre que no se lo quisieron perder personalidades del deporte, como Miguel Induráin, Fernando Romay o un incluso uno de los hermanos Flaño. También representantes del deporte, como Luis Sabalza o César Muniain, de Osasuna. En la grada también estuvieron varios de sus jugadores, como Fran Mérida, Villar, Barja o Javi Martínez. Es decir, los lesionados que no pudieron viajar hasta Holanda.

Tampoco faltó a la cita la recién elegida presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, acompañada de miembros de su partido, como Ramón Alzórriz. La consejera de deportes en funciones, Ana Herrera, también estuvo en el palco.

Y, por supuesto, en un evento de baloncesto no podían faltar representantes del mundo de la canasta. Javier Sobrino, presidente de Basket Navarra, su entrenador, Xabi Jiménez, o Naiara Diez, jugadora profesional navarra, entre otros.

Presentación espectacular Mientras Pandi, mascota de los Campeonatos de Gimnasia rítmica que también se celebran en el Arena en próximas fechas, y Leño, la mascota de la selección, hacían las delicias de los más pequeños, los demás iban colocándose para el espectáculo. Y este comenzó con la presentación. Tras introducir a los lituanos, las luces se apagaron y comenzó un juego de luces espectacular para dar entrada a los jugadores de la selección española. La ovación, con cada uno de ellos, fue atronadora, pero fue Llull el que se llevó la palma.

En el primer tiempo muerto, un supuesto vendedor de comida sorprendió al público marcándose un baile de break dance. Todo retransmitido casualmente por el enorme videomarcador del pabellón.

La grada se divirtió con cada acción espectacular de los dos equipos, sin diferenciar colores. La gente había ido a pasárselo bien. Y ayudó mucho a ello el show que se montó en el descanso, con una performance a oscuras de unos bailarines con trajes luminosos. Un disfrute con ola incluida en la segunda parte. El resultado del partido era lo de menos, los que ganaron ayer fueron los aficionados del baloncesto en Navarra que se marcaron un triple-doble de manual: vivieron un gran partido, vieron a jugadores y disfrutaron de una instalación hecha para albergar este tipo de eventos. Que se repita, está claro que la gente lo pide.

Primer acto de Chivite. El encuentro fue, además de muchas cosas, el primer acto de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra. La mandataria foral acudió al Navarra Arena según acabó su investidura y estuvo en el palco.

‘Fan zone’. Los asistentes al partido pudieron disfrutar de una fan zone en la puerta del polideportivo con diferentes actividades.

10.000

Lleno absoluto en el Arena. Pese a la cantidad de bajas que presentaron las dos selecciones, el público respondió y nadie faltó a la cita para cerrar el primer lleno del pabellón. Además, este encuentro es un hito, ya que se ha convertido en el partido amistoso de la selección de baloncesto que más rápido ha vendido 10.000 entradas, según aseguró ayer el presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, en el acto previo al partido.