pamplona - Navarra, una comunidad de apenas 650.000 habitantes, que suponen menos del 1,4% de la población española, es la única que ha sido capaz de lograr seis títulos en los Campeonatos de España al aire libre, celebrados el pasado fin de semana en La Nucía (Alicante).

Además, el Grupompleo Pamplona Atlético ha terminado con cinco oros, solo por detrás del Valencia Esports e igualado con el Playas de Castellón y el Nike Running. Es decir, codeándose con los clubes que manejan mayores presupuestos y que forjan sus plantillas a base de talonario.

El atletismo navarro ha regresado de La Nucía con el doble récord de seis oros -hasta ahora su tope estaba en cuatro- y de diez medallas -superando el listón de nueve de 2002 y 2017-.

Manolo Quijera, presidente del Grupompleo Pamplona Atlético, explica así el gran momento del atletismo navarro:

“En Navarra hay una gran tradición de atletismo desde los años 60, con generaciones que comenzaron a destacar y un número creciente de entrenadores. La clave del éxito actual del atletismo navarro es la base de deportistas que hay, los entrenadores y esta gran generación que tenemos ahora, con atletas con desparpajo y calidad. Que surja una buena generación es cuestión de suerte, pero sin el trabajo de los entrenadores y de los clubes, todo ese talento que ha coincidido estos años no se habría pulido para convertir a los atletas en ganadores”.

“Lo más importante son los entrenadores”, recalca Quijera, que no desperdicia la ocasión para recordar la gran carencia del atletismo navarro: instalaciones cubiertas para el invierno.

“El estadio Larrabide ha ido mejorando porque se han ido haciendo cosas como instalar el año pasado la nueva pista sintética, pero en invierno hay que entrenar bajo techo”, comenta.

Numerus clausus en las escuelas Sea por los éxitos deportivos o, más probable, por los valores que transmite el deporte en general y el atletismo en particular, el Grupompleo Pamplona Atlético se ha visto obligado a poner un tope de 300 atletas en sus Escuelas, que van de 8 a 15 años, repartiendo a los atletas por categorías de dos en dos años, y atendiéndolos por más de una veintena de monitores (a los más jóvenes) y entrenadores.

“No podemos coger a más de 300 atletas porque no hay espacio físico en Larrabide para atender a esos 300 y a los 130 atletas adultos con licencia en el club”, explica Quijera.

aspirantes a todo Salvo algún mitin esporádico que pueda celebrarse, casi todos los atletas navarros terminaron el domingo la temporada de pista de 2019. Todos, salvo Sergio Fernández (New Balance), el vallista con mínima para el Mundial de Doha (27 de septiembre a 6 de octubre), que afronta la competición con la ilusión de meterse en la final.

Para los atletas del Grupompleo y para el propio Sergio Fernández, en el horizonte están los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y Manolo Quijera no le niega opciones de acudir a esa cita a ninguno de los medallistas navarros en La Nucía. “Clasificarse para unos Juegos es muy muy difícil, pero me atrevo a decir que cualquiera de ellos puede tener opciones. En el caso de Maitane Melero (que cumplirá 37 años en febrero), porque no está tan lejos de la mínima que piden. Se supone que por su edad llegará un momento que bajará su rendimiento, pero de momento ahí sigue. Y en el caso de casi todos los demás, porque son gente muy joven, entre los 20 y 22 años, con una gran capacidad de mejora. Hay que recordar que June Kintana, Miren Bartolomé y Manu Quijera han ganado este fin de semana sus primeros títulos nacionales. Para llegar al último escalón de clasificarse para unos Juegos hay que subir los anteriores escalones, y ellos lo están haciendo”.

Como casi todo deporte al margen del fútbol, uno de los grandes problemas para los clubes como el Pamplona Atlético es que los atletas tengan las compensaciones económicas necesarias para seguir en una actividad tan exigente. Y están lejos de haberlo solucionado. “A un club como el nuestro se le escapa lo económico. La compensación a los atletas llega a través de las becas de la Fundación Induráin y, en algunos casos, de la propia Federación Española. Algo les compensa eso, pero nunca llegan a las cifras de otros deportes. Afrontamos un año con la ilusión de ir a los Juegos. Sería importante buscar fórmulas para dar ciertas seguridades económicas a esos atletas jóvenes, que puedan aparcar sin temor su desarrollo profesional y centrarse en un deporte en el que tienen todos 5 o 6 años para seguir progresando”.

Y si hay un problema con los atletas, con los entrenadores aún es peor: “Detrás de cada oro del pasado fin de semana hay 10 o 11 meses de entrenamientos y competiciones, de recuperarse de lesiones, de tener en cuenta la alimentación. Hay tal cantidad de esfuerzo brutal ahí detrás que los entrenadores no están bien compensados. El club hace lo que puede, pero no tiene dinero para retribuir toda esa dedicación eso. Los técnicos que meten tantas horas lo hacen porque les encanta el atletismo”.