PAMPLONA - La pareja vizcaína formada por Irati Astondoa y Karmele Gisasola se impuso en el 5Kirol femenino Eroski 50 y salió de la Taconera con las txapelas tras una dura batalla contra Virginia Finol y Maika Ariztegi.

Las navarras fueron por detrás en la mayoría del tiempo, pero un nulo en el corte de la trontza de las vizcaínas alimentó sus esperanzas y dejó unos últimos minutos de mucha emoción. Sin embargo, Astondoa y Gisasola mantuvieron la calma, llegaron con ventaja al último corte y firmaron un tiempo de 38:20, lo que acabó siendo una diferencia de 40 segundos con respecto a Finol y Ariztegi.

En el primer turno, en el que se alternaba el harrijasotzea -en el que se levantan pesos de más de 60 kg- con el aizkora, Karmele Gisasola y Virginia Finol apenas marcaban diferencias. Fue al llegar a los troncos cuando Irati Astondoa mostró porque es la actual subcampeona de Euskal Herria en la disciplina, y puso una tierra de por medio insalvable para Maika Ariztegi.

Después, llegaba la carrera de txingas, donde las vizcaínas salvaron el tiempo y también se mostraron superiores, aunque con márgenes más estrechos. Al igual que en el alzamiento de yunque (ingude altxatzea), a pesar de que las navarras recortaron a partir de las 70 alzadas.

Finalmente, en la trontza se notó que las navarras no tenían tanta experiencia como Astondoa y Gisasola, como reconoció luego Maika Ariztegi. “Se notaban que eran más que nosotras en general. Estaban cansadas, pero recuperaban pronto”, explicó la deportista de Ituren, cuya especialidad es el yunque.

Todo ello, rodeadas por un centenar de aficionados, un ánimo que reconocieron las propias participantes como muy útil. “El público ha ayudado bastante, por ejemplo en la piedra, donde me han dado muchos ánimos”, reconoció Virginia Finol, de la pareja navarra. Era la primera edición de esta competición, que da la posibilidad a deportistas femeninas de pelear por una txapela de herri kirolak.

Aunque el sacrificio fue, sin duda, intenso. “En primavera veía a los chicos con la txapela y sentí algo de envidia. Hoy que ya lo he probado no sé si voy a volver a participar”, explicaba en tono de broma Karmele Gisasola, campeona junto a Irati Astondoa. “Teníamos siempre detrás a las navarras, y con el nulo pensaba que no remontábamos”, añadió Irati.

Un sábado en el que, además, el tiempo acompañó, con el temor de la lluvia presente. “Toda la preparación de estos dos meses ha merecido la pena”, señaló Aitor Coterón, uno de los organizadores. Una jornada de disfrute para el público, y un reconocimiento a unas deportistas que se dejaron el alma en la Taconera.