- El boxeo navarro vivió una cita histórica, que ya queda muy lejana, hace apenas un mes. David Soria, apodado Infierno, consiguió doblegar al maño Ezequiel Gurría por un KO técnico que otorgaba al navarro el título de campeón estatal superwélter, del cual sigue siendo el vigente campeón.

Todo ello fue justo en los momentos previos a que la pandemia del coronavirus cambiase la rutina de todos. Sin embargo, una parte esencial de la suya no ha sido modificada: su trabajo. Soria ha continuado ejerciendo de pescadero en Burdaspar, el negocio del pescado situado en el Mercado del Ensanche, en el centro de Pamplona.

“Estoy yendo a trabajar estos días al Mercado. Estamos tranquilos. Los primeros días sí que hubo psicosis con el tema de que la gente compraba mucho para almacenar, pero luego se ha tranquilizado. No sé cómo estarán los supermercados, pero nosotros estamos teniendo mucho trabajo a domicilio, porque tenemos mucha clientela mayor a la que no le apetece salir”, confiesa el navarro, que reconoce que incluso su carga de trabajo es mayor estos días.

“Casi estoy trabajando algo más. El cambio se ha notado algo. De normal entrenaba mañana y tarde y ahora solo entreno a la tarde, ya que no puedo correr”, expone Soria, que es consciente de la suerte que tiene: “Poder salir de casa, aún con todas las precauciones, hace que la situación sea más amena para mí”.

Comparte la convivencia del día a día con su mujer y su hija, algo que reconoce llevar “bien”, sobre todo para su pequeña, la cual está contenta “porque tiene a sus padres todo el día para jugar”.

Asimismo, no solo se siente afortunado por poder salir a trabajar, sino por su situación laboral, no tan afectada por el coronavirus. “Lo peor es para un autónomo, que no está cobrando la cuota. En mi trabajo no han hecho ERTE porque es esencial, por lo que no me puedo quejar en ese sentido. Veo a amigos que se han quedado en el paro por el coronavirus y es duro”, reconoce.

No solo eso, sino que Infierno pudo vivir sus mejores días antes de que se desatase el confinamiento obligado por la pandemia. Soria derrotó a Gurría el 29 de febrero, pero una semana después disfrutó de algo casi tan especial para él, un rojillo declarado: el saque de honor en El Sadar. Fue en el último partido que Osasuna pudo jugar de Liga, el 8 de marzo en su feudo ante el Espanyol.

“Tuve mucha suerte. Fue perfecto: logré el Campeonato de España y me dio tiempo a dar el saque de honor en El Sadar, que eso me lo podían haber cortado. Luego veo a muchos boxeadores que estaban a punto de pelear por un título de España, se han quedado sin hacerlo y es una gran lástima”, conmemora al respecto el navarro.

Asimismo, Soria también se muestra consciente de la diferencia que existe en la preparación de un futbolista y un boxeador: “En el fútbol entrenas para competir cada fin de semana, pero el boxeo es una preparación exclusiva de dos meses para llegar a un combate en un estado perfecto. Y te dicen que no puedes pelear. Pues eso te rompe, está claro. Me he librado, pero me da pena por amigos que tenían combates importantes”.

Sin embargo, y pese a poder entrenar en su domicilio, el campeón estatal no niega que este confinamiento también se nota mucho para un boxeador. “Se nota para todos. Yo vivo en un piso, tampoco vivo en una casa grande, pero desde que empezó el confinamiento me traje un saco de una bajera. También pesas y demás. Me lo he apañado bien. Pero hay gente que solo puede hacer flexiones y demás porque no han conseguido más. Eso te sirve para mantenerte, pero no puedes tener un nivel alto”, indice al respecto.

Deja claro que esta crisis económica que puede venir de rebote por la pandemia afectará, sobre todo, a los boxeadores que están empezando o son amateurs: “Si esto crea mucha situación de paro y de deuda, la gente no va a tener dinero para cosas como el boxeo, que es un hobby y no es algo esencial. Es imposible predecirlo, aun así”.

Además, en la agenda de Soria estaba un más que posible combate internacional en Bilbao entre una selección vasca y otra inglesa, que salvo cambio radical no podrá llevarse a cabo.

“A mí también me chafa, claro. Pero intento sacar lo positivo”, señala al respecto de esa posible lucha. “Después de un gran combate como era el título superwélter -continúa-, me tocaba descansar. Yo al menos puedo decir que ya he hecho la tarea. He hecho lo que tenía que hacer. Me hubiese roto tener parón y que el combate se hubiese suspendido, pero tuve suerte. Ahora pienso en mantenerme bien. En un mes voy a estar como una moto otra vez”.

Por último, recuerda cómo se volcaron con él antes, durante y después de la velada. “Justo tras ese combate, Osasuna, la prensa... se volcaron. Vi portadas, artículos grandes... lo disfruté, pero ese combate tenía que ganarlo sí o sí. Después de ganar, ahí te das cuenta de lo que has hecho. Sé que en el próximo combate que haga, con todos habiéndose quedado con un buen sabor de boca”, finaliza.

“Estamos trabajando incluso más, y como entreno, mi rutina casi no ha cambiado”

“Tuve una suerte increíble de poder celebrar la pelea, salir campeón y hacer el saque de honor en El Sadar ”

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