- El confinamiento está siendo duro para todos los deportistas. A la falta de competiciones se le suma las dificultades de muchos para entrenar. Pero si a esto se le suma el tener que estudiar y trabajar, la situación se agrava. Es el caso de la calahorrana de 25 años Viki Allo, jugadora de rugby de La Única, quien estos días vive una situación atípica. Ella está cursando cuarto de enfermería en la UPNA y, antes del confinamiento, se encontraba realizando el Trabajo de Final de Grado para terminar la carrera. Ahora, el trabajo de la universidad lo realiza desde casa, pero no tiene todo el tiempo que le gustaría.

Ante la crisis provocada por el coronavirus, muchos centros médicos y residencias de ancianos han tenido que buscar personal entre los estudiantes de último año. Es el caso de Viki, quien cuando la crisis sanitaria comenzó a agravarse tuvo que dejar sus prácticas de último año en la unidad de agudos de salud mental en el Complejo Hospitalario de Navarra e incorporarse a la plantilla de la residencia Landazábal de Burlada, en turno de noche. "Nos hicieron un permiso para poder trabajar y ayudar porque faltaba personal. A mí me falta entregar el TFG, que es a lo que me estaba dedicando antes de que sucediese todo esto, es algo que intento compaginar con el trabajo", asegura Viki. Junto a estas tareas, El ala de La Única tiene que sacar tiempo de donde pueda para entrenar.

Viki asegura que el confinamiento como tal no lo está viviendo ya que sus múltiples tareas le tienen lo suficiente ocupada a lo largo del día. "Entre el TFG e ir a trabajar no tengo mucho tiempo para aburrirme, por lo que confinamiento en si lo estoy llevando bastante bien. Entrenar lo tengo un poco más apartado, pero hago lo que puedo y me organizo un poco".

Sobre el entrenamiento, la riojana asegura que está dedicando más el tiempo a ejercitar los hombros, ya que sufrió una lesión en septiembre del año pasado y, pese a que ya estaba recuperada, considera que es la parte que más se le puede resentir durante estos días. "Hago unas sesiones de 45 minutos más o menos para recuperarme de una lesión de hombro que tuve y de la que volví a jugar en enero. Eso es lo que más ejercito para que no se quede resentido y que luego me cueste más a la hora de volver a los entrenamientos habituales. Es lo que más tengo que fortalecer, por lo que generalmente utilizo cintas, gomas, mancuernas y hago flexiones", afirma.

En su trabajo, confiesa que la situación que se vive en la residencia Landazábal es complicada. Su turno es nocturno, con una jornada de diez horas entre las 10 de la noche y las ocho de la mañana, y asegura que desde dentro se viven situaciones difíciles a diario. "Hay abuelos que están estables, hay otros que están mal y algunos que tristemente se están muriendo", afirma la flanker, quien destaca que una de las situaciones más tristes es la soledad que viven todos: "El trabajo es muy duro para todos, también para los ancianos, porque los familiares no pueden ir a verlos. Es una situación delicada".

Con todas las medidas de protección posibles, la jugadora de La Única tiene que lidiar durante sus jornada laboral con un gran número de residentes que padecen el coronavirus, "de las cinco plantas solo hay una en la que los ancianos no padecen el virus", lamenta, algo que junto a las extremas precauciones que toman, hacen que la jornada sea especialmente intensa. "Tenemos que estar cambiándonos todo el rato de batas y de material ya que tenemos que ir moviéndonos entre las cinco plantas las dos enfermeras que estamos en el turno y de las cinco, solo una es para residentes que no han dado positivo por coronavirus".

El día a día de Viki Allo ha cambiado por completo desde que la crisis sanitaria se agudizó, y es consciente de que, durante un tiempo, las cosas deberán seguir así: "Antes, aparte de prácticas, estudiar y el rugby estaba apuntada a clases de inglés, daba clases particulares para sacarme algún dinero extra. Ahora todo lo tengo parado. Lo que más me fastidia de cómo estaba antes es el entrenamiento, era mi vía de escape. Yo nunca he sido una persona de ir al gimnasio, y me gusta mucho el deporte al aire libre. Ahora no puedo salir a correr, a entrenar ni nada de eso".

Pese a todo, Viki acepta una situación que al equipo de La Única le ha llegado con la liga Vasca finalizada, aunque todavía les quedaban por disputar algunos amistosos importantes. Sin embargo, asegura no saber cuándo se podrá recuperar el calendario y si realmente este se podrá hacer. Al igual que los entrenamientos, ya que afirma, "la situación cambia del hecho de poder salir al de poder juntarte. En un equipo de rugby hay mucha gente. Si no van a dejar que se produzcan en un tiempo aglomeraciones, aunque sea de pocas personas, será difícil que podamos juntarnos las que practicamos un deporte de equipo en el que estamos tantas personas". Aún así, desde el equipo mantienen el contacto, pese a que en estos días apenas se puede limitar a que los preparadores manden un plan de entrenamiento para poder realizar en casa.

Con la mirada puesta en un futuro, espera pronto volver a juntarse con sus seres queridos, ya que ella, natural de Calahorra, reside sola en Pamplona, lejos de su familia, y asegura que lo primero que hará en cuanto la situación mejores es volver a su casa de La Rioja y descansar. "Vivir sola en Pamplona es la peor parte. Cuando no trabajo y me tengo que quedar sola y es un poco raro. Se echa de menos un poco de compañía de la familia. Sin embargo ellos me dan ánimos siempre y me dicen que sea valiente y que continúe como hasta ahora. A parte de estar con mi familia también echo mucho de menos el poder ir a tomarme una cerveza con mis amigas y pasarme horas hablando con ellas. Eso es algo sagrado para mí. También, por supuesto, el deporte".

Pero Viki no es partidaria de relajar las medidas de confinamiento de inmediato, ya que "se corre el riesgo de saturar el sistema y volver a empezar otra vez" y defiende que "si hemos podido aguantar este tiempo podemos aguantar un poco más".

Por otra parte, la riojana quiere mandar un mensaje de agradecimiento para todo el mundo que está haciendo un esfuerzo quedándose en sus casas, muchos, apunta, "sin poder trabajar", a todos ellos la jugadora les dedica unas palabras de ánimo: "Me gustaría darle las gracias a la gente por todo el esfuerzo que están haciendo quedándose en sus casas. Sin ellos esto no se podía llegar a hacer. Sé que es duro tener que estar todo el día encerrado. Mucho ánimo, a seguir así y a aprovechar el tiempo lo máximo posible y para sacar cosas positivas".

"Entrenar lo tengo algo apartado, pero me organizo un poco y hago lo que puedo"

"Me gustaría darle las gracias a la gente por todo el esfuerzo que están haciendo"

Jugadora de La Única