El navarro Ander Urdiain (Pamplona, 16 de noviembre del 2000) fue la grata sorpresa del choque de Liga Endesa entre Casademont Zaragoza y Real Madrid, en la última jornada de liga regular, en la que el joven jugador cuajó una gran actuación.

Urdiain, que disputaba su primer partido en la máxima categoría esta temporada -ya había debutado en Liga Endesa en la pasada campaña-, había vivido hasta ese momento una auténtica odisea, habiendo jugado en las cuatro primeras categorías -Liga Endesa, LEB Oro, LEB Plata y EBA-.

¿Cómo fue jugar contra el Real Madrid, después de un año tan extraño?

-Ha sido una experiencia única. El hecho de que me hayan dado la oportunidad de jugar contra los más grandes de este deporte significa muchísimo para mí.

Tuvo una gran actuación, con 10 puntos, sus primeros puntos en la categoría

-Me sentí muy bien. Siempre he querido jugar en esta categoría, siempre ha sido un sueño. El hecho de llegar y poder hacer una buena actuación para mí ha sido increíble.

Ya había debutado el año pasado, ¿qué partido diría que le dejó mejor recuerdo?

-El debut siempre es muy especial, pero creo que el partido contra el Real Madrid es el que mejor recuerdo me deja. El haber hecho una buena actuación contra uno de los mejores equipos de Europa, para mí, es más especial todavía. Sobre todo por haber aprovechado la oportunidad que se me dio.

¿Cómo ha vivido la temporada, con cuatro equipos en cuatro categorías distintas?

-Creo que me ha servido para aprender. Creo que siempre es importante tener capacidad de adaptación, así que creo que he podido aprender muchísimo esta temporada en ese sentido.

¿Cómo fue su paso por el Levitec Huesca?

-No tuve muchas oportunidades, pero la verdad es que yo lo veo del lado positivo. Casi todos los jugadores pasan por esa situación en algunos equipos, y eso te ayuda a ser más fuerte y a aprender para otras situaciones parecidas, porque es algo que puede pasar.

Así, ¿esperaba haber tenido más oportunidades?

-Todos los jugadores piensan que tendrían que tener más oportunidades, o más minutos. Pero yo me quedo con lo positivo, me he hecho más fuerte mentalmente.

Cuando volvió a Zaragoza en diciembre, estuvo jugando con el filial, en Liga EBA, pero entrenaba con el primer equipo. ¿Era algo habitual?

-El año pasado estuve jugando con el filial, pero ya entrenaba con el primer equipo, así que ese ha sido el plan mientras he estado en Zaragoza.

Aunque supongo que la idea era buscar un equipo en una liga superior.

-Sí. Buscábamos la posibilidad de tener minutos en una liga que exigiera más de mí.

Y acabó en el Pardinyes-Lleida, ¿la experiencia fue distinta a la de Huesca?

-Sí, la verdad es que allí se me dio bastante confianza desde el principio. Se me trató muy bien desde el principio. En Huesca también, a pesar de no contar con demasiadas oportunidades se me trató como uno más. En Lleida, a pesar de llegar a mitad de temporada, se me acogió como si hubiese empezado con ellos.

El parón por la crisis sanitaria le pilló en Lleida, ¿pudo seguir entrenando con relativa normalidad?

-Sí, obviamente dentro de lo que cabe. El no poder salir a hacer cardio siempre se echa en falta para poder mantenerse en forma, pero sí he podido seguir entrenando, porque tenía una pequeña pista de basket, con canasta, y es algo que ayuda bastante. Yo en mi vida he estado dos meses sin tener contacto con un balón y creo que hubiera tenido que recuperar mucho sin esa opción.

Con la vuelta de la competición, ¿cuándo y cómo se enteró de que viajaría a Valencia con el equipo?

-A mí desde el principio se me informó de que querían que fuera a Zaragoza para entrenar con el equipo. Pero me avisaron de que iba a ir a Valencia más o menos una semana antes de ir. No sé si la idea del club ya estaba definida o no, pero a mí se me comunicó una semana antes.

Supongo que fue una alegría

-El hecho de que me diesen esa oportunidad fue muy especial, sobre todo después de un año tan extraño.

¿Cómo ha sido la fase final de la temporada, con todos los equipos en Valencia, jugando sin público, con los protocolos de seguridad...?

-Pues extraño, pero también único, porque nunca se han dado estas circunstancias. Nos hicieron test, al principio no podíamos entrenar con normalidad, había que entrar al pabellón siguiendo unas medidas de seguridad bastante extremas para no poner en peligro nuestra salud. A parte de estar con los equipos más grandes de España y Europa y poder jugar contra ellos, va a ser difícil de olvidar.

¿Qué espera de la próxima temporada?

-Por ahora estoy disfrutando de todo lo que ha pasado hasta ahora. Estoy centrado en eso y voy a seguir disfrutando lo que me queda de postemporada y las vacaciones, y ya se hablará de lo que venga el año que viene.