hillip Island 2014. Ese fue el último día de un triplete de Yamaha. Desde entonces hasta ahora, un éxodo tenebroso, donde desde el declive de Rossi hasta el fiasco de la emergente figura de Viñales, todo era más doloroso viendo el monopolio de la dupla Honda-Márquez. Pero esto son carreras, amigos. Y ya tenemos con nosotros la cara opuesta de la situación. Honda, ligada irremisiblemente al destino de Marc, es ahora la que está sumida en un vertiginoso declive. Marc, por supuesto, no pudo correr. Ni debieron dejarle intentarlo. Pero para desgracia de HRC, Honda hoy solo es Marc Márquez, por mucho que le duela aceptarlo. Con Cal lesionado y también recién operado y el hermanísimo en difícil adaptación a la que hoy es seguramente la moto más bestia del campeonato, la defensa del honor de Honda en la máxima categoría del motociclismo recayó en...Nakagami. En fin, muchas explicaciones va a tener que dar Alberto Puig en Japón referente a su gestión con su equipo de competición.

Y si bien en Yamaha ahora son todo parabienes, este segundo triunfo consecutivo de Fabio deja también claroscuros. 50 puntos de ventaja es un mundo hasta para Marc, pero no olvidemos que quien está ahora líder destacado pertenece aún hoy al equipo satélite de Yamaha y que si lleva el mundial será el Tech3 el equipo ganador, no el oficial de Yamaha. Bien es cierto que el año que viene han asegurado su puesto en el equipo de fábrica, pero también es claro que Maverick, a pesar de ser segundo en el mundial, no debe estar muy satisfecho, viendo su liderazgo en el equipo más que cuestionado. Pero otro nubarrón más oscuro aún acecha la marca de los tres diapasones. Viñales ya ha abierto sus 5 motores que tiene para toda la temporada. Y uno ya lo han desechado. Es decir, debe hacer lo que resta de temporada con cuatro motores ya usados y además con estas condiciones tan especiales de temperatura y proximidad entre carreras que tanto desafían la fiabilidad mecánica. Y el resto de Yamaha no están mucho mejor. Hace mucho, muchísimo que no veíamos dos roturas de motor en fábricas distintas en una carrera y ayer ocurrió. Esto y un Marc sobrexcitado (más aún de lo normal) van a hacer de este campeonato un thriller de Oscar. Y Ezpeleta frotándose las manos.