- Este domungo Iker Vicente luchará por un nuevo reto en el probadero de Aia, donde buscará su tercera txapela consecutiva de la Urrezko Banakako Aizkolari en la 23ª edición del campeonato.

A partir de las seis de la tarde el aizkolari de Otsagabia se enfrentará en la final a Mikel Larrañaga, y a Julen Alberdi

En caso de lograr la victoria Iker Vicente, igualaría en número de txapelas a dos figuras del aizkora como son José Mari Olasagasti (1999, 2000 y 2001) y Donato Larretxea (2002, 2003 y 2005), este último aizkolari es a quien Iker Vicente le arrebató el récord de tiempo de corte el pasado 14 de junio en el Navarra Arena de Pamplona.

Los tres finalistas deberán realizar una labor de ocho cortes en tres modalidades, y son los mismos aizkolaris que el año pasado, un 2019 en el que Iker Vicente logró su segunda txapela, con Larrañaga segundo y Alberdi, tercero.

El aizkolari de Azpeitia, Mikel Larrañaga, se impuso en la semifinal a Eneko Ontaño, mientras que el de Azkoitia, Julen Alberdi, lo hizo frente a Ugaitz Mugertza.

Iker Vicente parte como favorito a lograr el triunfo mañana en Aia, sin embargo, el aizkolari navarro considera que puede suceder cualquier cosa en la final, más aun siendo la primera individual que se disputa después de los meses de confinamiento, por lo que los tres aizkolaris no llegan al máximo nivel.

“Después del confinamiento es el primer campeonato. Creo que todos hemos vuelto un poco justos de forma. Nadie está al 100% pero poco a poco nos vamos poniendo en forma y mañana se intentará hacerlo lo mejor posible”, asegura el de Otsagabia.

Sobre su papel de favorito, Iker no considera que eso le añada más presión, más aun cuando se viene de un parón tan largo y siendo la primera final, por lo que considera que, en caso de no lograr la victoria, “no será un disgusto”.

“Cada año es distinto y este especialmente. Otros años si eres el campeón intentas defender el título lo mejor posible, pero este acabamos de volver de un parón de cinco meses. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda y evidentemente iré a ganar, pero si no lo consigo no será un disgusto viendo cómo ha sido este año”, reconoce Iker.

Además, enfrente tiene a dos aizkolaris “peligrosos”, como asegura el navarro, algo que le va a obligar “a dar todo lo que tenga”, más aun cuando se ha visto el gran nivel en el que están después de las fases eliminatorias.

“Julen y Mikel son grandes rivales. Con ellos delante siempre hay que darlo todo e intentar estar lo mejor posible siempre. Nunca ponen las cosas fáciles y además cada vez se ve que ellos están mucho mejor. Este año va a ser difícil ganarles porque se ha visto en las eliminatorias lo bien que están. Puede haber cualquier sorpresa mañana”, confiesa el aizkolari navarro.

Iker asegura que todas las finales son difíciles, sin embargo, las de este año lo van a ser especialmente, ya que el dominio que ha mostrado otros años puede cambiar este, ya que asegura, “los aizkolaris jóvenes cada vez vienen con más fuerza y nunca se sabe que va a parar”.

“Cada año somos diferentes. Pese a que la final es con los mismos aizkolaris que el año pasado, los tres somos muy jóvenes y cambiamos de nivel cada año. Este, además, les veo que están especialmente cerca de mi, solo hay que ver el nivel que han mostrado en las eliminatorias, parece que no les ha afectado el confinamiento y, por lo tanto, pese a que ya lo ha sido siempre, ahora lo veo como más peligroso competir contra ellos”, reconoce Iker.

Sobre la final, el de Otsagabia afirma que este año cada una que se dispute va a ser la más importante, ya que, sin campeonato de Euskadi, “nadie va a perdonar nada en el resto de competiciones”.

“Cada final que se dispute este año se valora más. Otros tenemos muchas competiciones e intentas ganar todas o por lo menos llegar con las mejores sensaciones, pero hay algunas que tienen prioridad y al no tener el campeonato de Euskadi tenemos que darlo todo en las pocas finales que vayamos a poder disputar”, recalca el navarro.

Sobre la posibilidad de igualar en txapelas del campeonato a Larretxea y Olasagasti, Iker reconoce que es un honor para él, más aun siendo un aizkolari tan joven.

“Igualar a Donato y a José Mari en triunfos en esta competición son palabras mayores. Es un orgullo escuchar mi nombre entre ellos, confiesa Iker Vicente.

La final. Mañana, domingo 2 de agosto, a partir de las seis de la tarde en el probadero de Aia.

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