El Helvetia Anaitasuna disfrutó ayer de una sesión de pretemporada algo más atípica, con una jornada donde combinó naturaleza y posterior comida. Los jugadores y el cuerpo técnico se ejercitaron con una subida al monte Ezkaba, para luego dirigirse a Anaitasuna y degustar una paella. El pivote Aitor García dejó patente con este plato sus dotes culinarias. El técnico del Helvetia, Quique Domínguez, comentó a través de Twitter: “Ponemos fin a la segunda semana de entrenamientos. Las ganas, el ánimo y el ambiente de trabajo no pueden ser mejores. Toca descansar un poco y el lunes volver para seguir ‘construyendo”. El viernes 7, Anaitasuna jugará un amistoso en Pamplona ante el Bidasoa a puerta cerrada.